Rajoy gana por dos escaños al PSOE con el toque de atención al bipartidismo

El PP es el único partido en el poder, junto con el de Merkel, que gana las elecciones europeas. IU y la nueva formación Podemos se quedan tan sólo a tres escaños de Rubalcaba. ERC se convierte por primera vez en el partido más votado en Cataluña y supera a CiU. Los españoles acuden a las urnas en un porcentaje prácticamente similar al del 2009

Madrid- Los españoles acudieron ayer a las urnas en un porcentaje prácticamente similar al de 2009, algo superior pero sin contabilizar el voto por correo que podría reducirlo mínimamente, y, por tanto, no se hicieron realidad las previsiones que apuntaban a un derrumbe de la participación a niveles inferiores al 40 por ciento. Ese supuesto que habría alterado todos los cálculos de los partidos no se dio y sí se cumplieron los pronósticos que desde antes de que empezara la campaña electoral apuntaban a una victoria por la mínima del Partido Popular. Los españoles cumplieron con las urnas, pero también dejaron un tirón de orejas a los dos grandes partidos, con la diferencia de que el PP ganó, pese al desgaste de la gestión de la crisis, y los socialistas no consiguieron rentabilizar el discurso de los recortes.

Los principales partidos eran conscientes de que el resultado del 25-M tendría consecuencias internas para ellos y la primera conclusión de estas elecciones europeas es que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, conserva, pese a todo, su estabilidad para afrontar lo que queda de Legislatura; mientras que el jefe de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, se enfrenta a un horizonte más que incierto en el que en discusión está la actual dirección socialista y su propio cargo como jefe de la oposición. El PP sufre una importante caída en votos y en escaños, pero aumenta su diferencia con el PSOE con respecto a 2009. Entonces sólo les separó un escaño. Ahora, la distancia son dos eurodiputados.

Los resultados electorales muestran también un panorama mucho más plural, en el que el bipartidismo recibe un importante toque de atención, sin que pueda llegar a considerarse como una prueba definitiva de la crisis del modelo que ha marcado la etapa democrática que se abrió con la Transición. De hecho, el PP es uno de los pocos partidos europeos en el poder, junto con el de la canciller alemana, Angela Merkel y el presidente italiano Matteo Renzi, que aguantan el tirón de la crisis y de los recortes y ajustes que está llevando aparejados. Para poder hacer un análisis más definitivo de la salud del bipartidismo habrá que esperar hasta las próximas elecciones autonómicas y municipales del año que viene, en las que sí se deciden cuotas nacionales de poder y en las que por tradición los ciudadanos son menos proclives a castigar a su partido con el voto a otras fuerzas minoritarias.

El mapa político que deja estas elecciones confirma que, pese a todo, los votantes tradicionales del PP han respondido mejor que los del PSOE al llamamiento a la movilización. Que el mensaje de la recuperación económica ha servido para que el PP haya sido más eficaz en los municipios medianos y pequeños que en los grandes núcleos urbanos. Mientras que el PSOE no ha conseguido que las banderas más ideológicas en las que se ha envuelto, el feminismo o el aborto, por ejemplo, hayan servido para frenar la fuga de votos a otras opciones de la izquierda. Ni siquiera exprimir hasta el extremo la metedura de pata del candidato del PP, Miguel Arias Cañete, en su valoración del debate electoral les ha sido útil para frenar la infidelidad del voto socialista.

Otro pronóstico que también se ha cumplido es el que señalaba el notable ascenso de la participación en Cataluña, un 10,5 por ciento más que hace cinco años, síntoma del debate independentista en el que está instalado el clima político y social. CiU no consigue aguantar el pulso de ERC y esto tendrá consecuencias en el proceso soberanista ya que aumentará la tensión sobre el presidente de la Generalitat, Artur Mas, para no dilatar el calendario y poner en marcha los compromisos a los que ha atado su futuro político. Al margen de las consecuencias internas que este resultado tenga también en el seno de la coalición entre el partido de Mas, CDC, y el de Josep Antoni Duran i Lleida, UDC. El problema al que tendrá que enfrentarse Rajoy en los próximos meses se agrava en estos comicios.

Los 54 europarlamentarios que representarán a España en el próximo Parlamento Europeo dejan sorpresas tan importantes como la irrupción con fuerza de «Podemos», el nuevo partido de izquierdas fundado por Pablo Iglesias, que se hace con cinco escaños. El mediático líder de «Podemos» ha enganchado especialmente con una juventud frustrada por la crisis económica y las consecuencias de la misma en su futuro laboral y personal.

La crisis del bipartidismo deja la siguiente radiografía con respecto a 2009: el PP gana, pero pasa de 24 a 16 escaños; y el PSOE, ante una noche muy dolorosa, pasa de 23 a 14 escaños. Izquierda Plural sube de dos escaños a seis. La cuarta formación no es UPyD, sino «Podemos», que obtiene los citados cinco escaños superando los mejores augurios de las encuestas, que les daban uno o dos. De tal forma que IU y «Podemos» se acercan al porcentaje de voto del PSOE. El partido de Rosa Díaz crece de un escaño a cuatro; Coalición por Europa (PNV, CiU, CC y Compromiso por Galicia) se queda con tres representantes, mientras que ERC consigue dos. No obstante, ERC es el partido más votado en Cataluña, y es la primera vez que superan a los nacionalistas de CiU desde la Transición. Ciudadanos obtiene dos escaños y Bildu también se cuela en el Parlamento europeo con otro representante. La escisión del PP, Vox, no entra en el reparto.