Salamanca

Enrique Sánchez-Guijo: «A mí me han dado caña como a cualquier otro»

Enrique Sánchez-Guijo Candidato del PP por Salamanca. Perdió la vista a los diez años tras un accidente. Ha sido campeón olímpico y ahora da el salto a la política

Enrique Sánchez-Guijo: «A mí me han dado caña como a cualquier otro»
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–La suya es una historia curiosa. Ha sido cuádruple medallista en atletismo, un importante cargo del deporte y ahora, político...

–He estado toda mi vida vinculado a dos campos: la economía y el deporte. Ambos coinciden en lo mismo: buscar el máximo rendimiento con recursos que son escasos, el dinero y la fuerza. A los diez años tuve un accidente de bicicleta y perdí la vista, pero seguí haciendo mucho deporte. Después de 19 años como internacional y de participar en tres juegos Olímpicos –Barcelona, Atlanta y Sydney–, lo dejé porque quería completar mi formación en economía más allá de la carrera. Luego fui presidente del Comité Paralímpico Europeo. Y cuando me casé y tuve niñas me apetecía centrarme en mi familia.

–Después de ser un atleta de alto nivel, ¿qué le llevó a lanzarse a la política?

–Nunca me había planteado entrar en política, aunque siempre he sido consciente de que lo que haces y dices afecta a muchas personas. Y en 2010, mi amigo Alfonso Fernández, el actual alcalde de Salamanca, me propuso que le acompañase en su equipo para poner mis ideas económicas en marcha en Salamanca, ya que yo nací en Béjar.

–¿Ha sentido durante la exposición pública de estos años un trato especial, para bien o para mal, por su condición de discapacidad?

–A mí me han tratado igual que a cualquier otro. Me han dado caña en los periódicos sin piedad. Obviamente, eso no me gusta, pero lo valoro positivamente porque es un síntoma de normalidad.

–¿La sociedad está asimilando la integración de personas discapacitadas?

–Aún hay muchos tabúes. La mayoría de las personas que tiene algún tipo de discapacidad y que está en algún cargo público toca temas relativos a la propia discapacidad. ¡Como si los discapacitados sólo entendiésemos de minusvalías! No obstante, he viajado mucho y la situación de visibilidad y de normalidad que hay en España es única a nivel mundial.

–Cuatro años más tarde vuelve a repetir en las listas electorales. Parece que le ha enganchado la política.

–Entré por un proyecto pensado para ocho años; en cuatro no da tiempo a hacer cosas importantes. Hay que pensar más en proyectos que en aspiraciones a cargos concretos.

–Ahora que la política esta tan desprestigiada, ¿cómo la ve desde dentro?

–En política se trabaja mucho. Pero mucho, ¡eh! Es un trabajo de 24 horas, siete días a la semana. No se deja de ser concejal cuando se sale a las ocho de la tarde del despacho.

–¿Sigue practicando algún deporte o el Ayuntamiento absorbe demasiado?

–Trabajo por la mañana y por la tarde y, al llegar a casa, lo que me apetece es bañar a las niñas. Gracias a Dios el único que no ve en casa soy yo. Me gusta hacer deporte, pero no tengo mucho tiempo.