Más País
Errejón (tampoco) asalta el cielo
Sus tres escaños confirman su rotundo fracaso personal al tratar de extrapolar su marca regional al Congreso. No logra su objetivo de rivalizar con Iglesias el liderazgo de la izquierda.
Sus tres escaños confirman su rotundo fracaso personal al tratar de extrapolar su marca regional al Congreso. No logra su objetivo de rivalizar con Iglesias el liderazgo de la izquierda.
Dentro de la izquierda fue el derrotado de la noche. Íñigo Errejón era el candidato que ayer debía recibir el aprobado o el suspenso en las urnas para comprobar si su experimento regional tenía cabida en la esfera nacional.
Las prisas y su afán personal por erigirse como alternativa a Pablo Iglesias naufragaron estrepitosamente. Trató, en vano, de alzarse en la pugna de poder en la izquierda por el votante desencantado del Partido Socialista y Podemos que acusaban el desgaste de meses de negociaciones fallidas. Rivalizar el liderazgo de la nueva izquierda vacía de los vicios de la vieja política, eran los principales planteamientos de Más País, con la principal baza de presentarse como el partido que no bloquearía un gobierno de izquierdas. No funcionó y su objetivo de reengancharse a la política nacional como partido decisivo no se consumó, quedándose lejos de las expectativas de esta semana que generaba su entorno de obtener hasta cinco escaños. Solo llegaron a tocar ese escenario en el momento de su irrupción, en septiembre, cuando PSOE y Podemos se encontraban a la baja por la reciente negociación fallida de gobierno.. Sus tres escaños han confirmado su rotundo fracaso y solo ha logrado dividir a la izquierda, escenario que Mas País negaba, repitiendo que el fin principal era el de «sumar al bloque progresista». Entran en el Congreso de los Diputados Íñigo Errejón, Inés Sabanés y logran su tercer diputado gracias al escaño que mantiene Mes Compromís en Valencia, que corresponde a Joan Baldoví.
Íñigo Errejón se había marcado la meta de que Más País sería decisivo para la conformación de un gobierno progresista, erigiéndose como la llave del desbloqueo. Su campaña comenzó a desinflarse en la recta final y ni el apoyo de Manuela Carmena ni el de Mónica Oltra logró, en el último momento, aupar a Errejón para dar la campanada. Pasó desapercibida su caravana electoral en varios momentos, al verse ésta monopolizada por Cataluña, espacio en el que quedaron desdibujados completamente al no ser un partido con capacidad de actuación en el momento clave, tras la sentencia del «procés». Esperaba Errejón sacar rédito de presentarse como la bisagra que no bloquearía en un nuevo gobierno, y marcar posición de partido respecto a los pactos postelectorales, pero la campaña electoral se alejó del reparto de culpas de la repetición electoral, donde el cofundador de Podemos agitaba al electorado contra la irresponsabilidad Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.
El ex dirigente de Podemos afronta ahora su primer batacazo electoral y en los próximos días deberá analizarlo junto a su dirección. Ayer, aseguró a sus militantes que habían «hecho lo correcto» y que no lo hicieron «calculando sino por responsabilidad». Llamó a Pedro Sánchez y Pablo Iglesias a sentarse a negociar porque «los números dan» y refutó que Más País es «una opción necesaria», a pesar de que solo logró cosechar, en toda España, 552.088 votos, el 2,3% del total, un resultado que queda lejos de los 15 diputados con los que el partido nacía para «desbloquear» el Congreso.
MENOS PAÍS, por Fernando Rayón
Decía ayer mismo Iñigo Errejón que su partido sería decisivo en estas elecciones para formar gobierno. Para eso nació: para sumar al PSOE y para desgastar a Unidas Podemos. Pero sus intenciones resultaron tan evidentes que, pese al resultado de las autonómicas en Madrid gracias a Carmena, su formación más Equo no consiguió ayer nada. Pero las cosas se le fueron complicando al anterior líder de Podemos. Y eso que contó con la inestimable ayuda de la prensa. Quizá fue el candidato –si descartamos a Santiago Abascal– que más apoyo y cobertura mediática recibió en campaña. Era lo nuevo. Hablaba bien. Ofrecía pactos mientras nadie hablaba de ellos. Pero no. Comenzó la precampaña con 15 diputados pero, desde que el CIS le concedió entre 3 y 4 diputados, el globo se pinchó. Quizá por eso endureció su mensaje y, el último día de campaña acusó a PSOE y Unidas Podemos de ser los únicos responsables del crecimiento de Vox. Y auguró nuevas elecciones: «Un regalo de Navidad para el Señor Abascal», dijo. En eso no se equivocó a la vista de los resultados de ayer.
Las expectativas tampoco fueron mucho mayores. Más País se presentaba solo en 18 provincias, supuestamente aquellas en las que podía aportar escaño al bloque progresista. En Andalucía solo en cuatro: Sevilla, Córdoba, Granada y Cádiz- aunque era en la Comunidad Valenciana, donde tenía en Compromís a su principal aliado. Y en eso tampoco se equivocó. El partido valenciano volvió a repetir su escaño. Pero en todo lo demás, Errejón se equivocó. Los 15 no fueron 15 sino solo dos. Se puede decir que la operación Más País ha fracasado en toda regla. Quizá en el futuro pueda ser algo, pero dentro del PSOE.
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