Política

Déficit autonómico

Feijóo se pone al frente para allanar a Rajoy el camino del pacto del déficit

La Razón
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El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, va a encontrar en el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, un importante apoyo para resolver el problema del desacuerdo sobre el déficit asimétrico. Ante la alineación de los barones, los partidarios del déficit a la carta y los absolutamente opuestos a esta diferenciación, Feijóo marca un terreno propio con un movimiento que tiene su lectura externa, pero también interna. El dirigente gallego no renuncia a la defensa de los intereses de su tierra ni tampoco a la exigencia de que las comunidades que cumplieron el año pasado con sus deberes no se vean perjudicadas en favor de aquellas que se saltaron sus compromisos. Pero sin salirse de su posición Feijóo ha dado ya los pasos para capitanear con contundencia un discurso nacional, en defensa de España y del interés general de todos, hecho desde una comunidad autónoma. Y si esta estrategia ya quedó en evidencia en el almuerzo que el lunes celebraron todos los barones del PP en Génova con el presidente del Gobierno, ayer Feijóo se mojó con el significativo paso de ser el primero en anticipar que su comunidad autónoma se quedará este año por debajo del 1,2 por ciento del déficit (el límite global que el Gobierno español ha comunicado a Bruselas). En suma, que no hay problema en que se juegue con unas décimas en favor de aquellas regiones que han hecho un esfuerzo y están en una peor situación, pero siempre y cuando el reparto del déficit se haga aplicando la misma variable a todas las comunidades.

Feijóo hace suyo el discurso de Hacienda de que no tiene sentido que aquellas comunidades que no necesitan endeudarse más lo hagan a costa de perder posiciones en los mercados y en la capacidad de financiarse. Aunque esto no implica que renuncie a su oposición al déficit a la carta. Pero a cambio, Hacienda tiene por delante la difícil papeleta de señalar cuál es ese «criterio objetivo» que se va a aplicar a todas, ya sea población, endeudamiento, nivel de reducción de la deuda en el pasado ejercicio... Y, además, también tiene por delante la tarea de resolver durante este mes la negociación bilateral con las comunidades para encontrar algún tipo de compensación a aquellas que no superaron el 1,5 por ciento de déficit en 2012.

De momento, en este complicado «sudoku» el Gobierno no tiene todavía ninguna cifra cerrada, y Hacienda incluso negó ayer categóricamente que vaya a imponer a las comunidades incumplidoras que este año no superen el 1,5 por ciento de déficit, al que tenían que haberse ajustado en el pasado ejercicio. De aquí a finales de mes establecerá un calendario para todas las comunidades, en función de ese criterio «objetivo» que está por conocerse, para que todas lleguen en 2015 al 0,7 por ciento que exige Bruselas. Moncloa aseguraba ayer que el almuerzo del lunes «no salió tan mal como algunos han planteado» y ratificó su confianza en que habrá un acuerdo en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF).