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El PSOE, «perplejo» ante la oferta de Iglesias: «Pablo, no sabes dónde estás»

Rechaza el referéndum en Cataluña y pide «respeto» para Sánchez

López y Sánchez cerraron la fecha de la investidura ayer en el Congreso
López y Sánchez cerraron la fecha de la investidura ayer en el Congresolarazon

El líder del PSOE, Pedro Sánchez, parece estar inmerso en una partida de parchís perpetua: cuando está apenas a una tirada de llegar a la meta, cae en la casilla de la «muerte» y vuelve a empezar de cero. Los dados dieron ayer al traste con los avances negociadores del socialista en la última semana. El documento de máximos presentado por Podemos y su defensa vehemente del referéndum de Cataluña se conjugan como unas posiciones inasumibles para Ferraz, que ve cercenada su vía preferente de acceso a La Moncloa. Sin el apoyo de Pablo Iglesias las opciones presidenciales de Sánchez se reducen a la mínima expresión y la convocatoria de nuevas elecciones se torna la versión más verosímil, en un escenario en el que nadie parece dispuesto a ceder a escasos 15 días del Pleno de investidura. Ferraz no puede transigir con el referéndum, pues la última resolución aprobada por el Comité Federal le impide sentarse a negociar con aquellos partidos que no defiendan la unidad de España.

La enésima salida de tono de la formación morada ha vuelto a pillar con el pie cambiado a los socialistas. Superada la «humillante» oferta de gobierno de coalición que Iglesias lanzó mientras Sánchez departía con el Rey en la primera ronda de contactos, Ferraz incluso se había plegado a desechar su opción de ejecutivo monocolor para integrarse en un mixto con Podemos. No se avanzó un ápice en el encuentro que mantuvieron ambos líderes en el Congreso, pero los contactos privados y los guiños mutuos parecían fluir hacia un entendimiento que a día de hoy dista mucho de producirse.

«Perplejidad», «preocupación» y «decepción». Con estos tres calificativos definió el portavoz del PSOE en el Congreso, Antonio Hernando, el sentir de los socialistas tras escrutar el contenido de su documento marco para sentarse a negociar. De nuevo, Iglesias quiere tomar la iniciativa de un proceso que no le ha sido encomendado, intentando restar protagonismo a Sánchez.

«Perplejidad, porque una vez más el señor Iglesias demuestra que no sabe dónde está ni qué papel le corresponde», dijo Hernando, criticando que el líder de Podemos pretenda iniciar su propia ronda de contactos, obviando la que está en marcha, impulsada por el líder socialista. Sánchez no se ha negado por ahora a mantener otro encuentro con Iglesias, pero –teniendo en cuenta que éste ya se produjo y sin ningún resultado– apremia a que sean los equipos negociadores de ambas formaciones quienes se sienten a hablar. Además, desde la formación morada se vuelven a mostrar partidarios de «mediar» con los independentistas para grajearse su abstención, una postura que el PSOE ni acepta ni quiere.

«Preocupación porque el tiempo que el señor Iglesias ha perdido para el diálogo no es suyo, sino de la ciudadanía y del país», proseguía Hernando en su lamento, que atañe mucho más que al veto autoimpuesto a Ciudadanos. Durante diez días, Podemos se ha negado al diálogo con el PSOE y lo ha sometido a condiciones previas y a vetos y ahora que ya se ha puesto fecha al debate de investidura, los socialistas no pueden seguir persiguiéndolos. «Ya no es el momento de competir, sino de dialogar y acordar», comentaba.

«Y decepción por la falta de respeto del señor Iglesias al tiempo constitucional de Pedro Sánchez y del PSOE», culminó el portavoz socialista, que ve cómo la formación de Iglesias decide no subirse al tren del cambio para apoyar un gobierno reformista y de progreso impulsado por los socialistas. Un tren hacia La Moncloa que se aleja también para Sánchez.