La cohesión de España

Nadie puede poner hoy en duda que España está caminando por la senda de la recuperación económica y la creación de empleo. En el año 2011 los españoles otorgaron su confianza mayoritaria al Partido Popular y a Mariano Rajoy para conseguir un objetivo fundamental: sacar a España de la crisis y devolverle a millones de ciudadanos la esperanza de un futuro mejor.

Ese compromiso se ha cumplido y una vez más los españoles han podido comprobar que los Gobiernos populares han gestionado los asuntos públicos con notable eficiencia y han sido determinantes para las buenas expectativas de crecimiento y prosperidad que todos los organismos, nacionales e internacionales, nos otorgan. España ha pasado de ser un problema a un modelo a seguir.

A mi entender la clave del éxito no es otra que el programa integral de reformas que se han puesto en marcha para afrontar lo que hace tres años era un reto inexcusable: superar la ruptura de la cohesión social de España que el socialismo nos legó. La valoración del reformismo popular no puede ser más positiva. La reforma laboral ha hecho que todos tengamos oportunidades para el empleo; la reforma fiscal va a contribuir al crecimiento desde la equidad; la reforma de las pensiones ha garantizado las prestaciones para el futuro; la reforma de la sanidad pretende que todos tengamos la misma sanidad de calidad, vivamos donde vivamos.

Los populares podemos sentirnos orgullosos de que en 2014 se han creado más de 400.000 empleos y todo ello sin que ningún español haya perdido sus derechos a una sanidad pública gratuita, a una educación pública gratuita, a la subida de pensiones y al mantenimiento de las prestaciones a los parados y a los españoles más desfavorecidos. Ésta es básicamente la aportación del PP a la cohesión de España: menos impuestos, más empleo y sociedad del bienestar para todos.

Y todo esto ha sido posible porque el Partido Popular es un partido nacional. Nos gusta España, hablamos bien de España y creemos en la unidad de la España plural. En la libertad y en la igualdad de derechos y obligaciones de todas las personas echa raíces nuestro ideario político. Decir esto y Constitución Española es decir lo mismo y por eso necesitamos que se mantengan firmes los pilares del consenso constitucional. Para que se siga confirmando la cohesión social de los españoles. Se puede discutir de qué color se pinta la casa, pero lo que no se puede cuestionar son los cimientos sobre los que se ha construido. Por eso el Partido Popular es la garantía de que ningún huracán se llevará por delante la gran casa común de la sociedad española. Ante este año de elecciones generales, municipales y autonómicas, allí donde gobierne un presidente o un alcalde del Partido Popular habrá un gobernante comprometido con la cohesión social y política de nuestros conciudadanos. España necesita una legislatura más del Partido Popular. Sería una temeridad cortar esta racha de buen gobierno.

Y tenemos que seguir reafirmando ante la sociedad española nuestras señas de identidad. En primer lugar, la libertad, trasladando que el mejor tributo a la misma pasa por el recuerdo y la cercanía con las víctimas del terrorismo y apoyando a quienes sufren la intolerancia de los que antidemocráticamente quieren romper la unidad de España. En segundo lugar, el eje de la acción política son las personas; su empleo, sus derechos, su bienestar, desde el convencimiento de que ni los territorios ni los intereses particulares pueden estar por encima de los ciudadanos. En tercer lugar, el reformismo. Con demagogia y populismo sólo se va al desastre. Las sociedades reformistas son las que hoy lideran el mundo. En cuarto lugar, la unidad del Partido Popular. Cada uno somos como somos, pero es infinitamente más lo que nos une que lo que nos separa. La sociedad española necesita más que nunca un Partido Popular unido con el liderazgo del Mariano Rajoy. Y, finalmente, España. Nuestra pasión por España.

Vicesecretario de Política Autonómica y Local del PP