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La corrupción, fuera de la agenda

El presidente evitó hablar en Valencia de los casos que afectan al PP y espera que no le pasen factura en campaña. Barberá seguirá de senadora porque es de designación autonómica

La corrupción, fuera de la agenda
La corrupción, fuera de la agendalarazon

El presidente evitó hablar en Valencia de los casos que afectan al PP y espera que no le pasen factura en campaña. Barberá seguirá de senadora porque es de designación autonómica

El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, no hizo ayer ninguna alusión a la crisis del PP valenciano, pese a que estaba en Alicante en un acto de su partido y pese a que a su lado estaba la nueva líder de los populares en esa comunidad autónoma, Isabel Bonig, que mantiene su pulso contra los concejales investigados por presunto blanqueo en el Ayuntamiento de Valencia, y que se resisten a dimitir.

La toma de declaraciones a estos investigados ya ha empezado en Génova, dentro del proceso interno que han abierto ante la gravedad de la crisis que se ha llevado por delante a todo el grupo municipal, y que afecta incluso a la ex alcaldesa y senadora, Rita Barberá. La dirección nacional mantiene que aunque no hay fecha, Barberá también irá a declarar al partido como los otros 49 afectados. Ahora bien, en la medida de lo posible desde Génova intentan poner sordina a este asunto. Confían en que la campaña desvíe atenciones en tanto no haya resoluciones judiciales que les afecten. Y en principio, no esperan, por ejemplo, que se produzcan novedades sobre la situación procesal de Barberá antes de las elecciones de junio.

Otra cosa es que por distintos canales sí le estén haciendo llegar ya mensajes sobre la conveniencia de que ella se aparte a un lado para evitar que «su nombre se siga utilizando en un contexto político tan delicado para desgastar al PP y a Rajoy», precisan desde el Comité de Dirección. Estas presiones hay que valorarlas con cautela porque no todos en la cúpula son igual de críticos ni de exigentes, en cualquier caso, en lo que afecta a la urgencia de que la ex alcaldesa dé un paso atrás. Ella no está dispuesta, y desde lo más alto de la dirección popular no se le ha pedido.

En cuanto a su continuidad como senadora, el PP alega que al ser por designación territorial, no pueden quitarla de sus listas. Explican también que la ley valenciana no permite cesarles salvo en casos muy concretos, que no se dan con Barberá. Y el PP está en minoría en el Parlamento valenciano, según esgrimen también en su defensa.

Ayer, la presidenta del PP valenciano, Isabel Bonig, sí aludió a la crisis que afecta a su organización regional, pero de manera tangencial, para lamentar que la imagen que se traslade de la comunidad autónoma sea sólo «de cosas malas». Aunque en todo momento Bonig ha evitado el enfrentamiento en público con la dirección nacional del PP, lo cierto es que las circunstancias le han hecho abanderar un discurso más contundente y exigente que el que se escucha desde Madrid. Ayer, sin embargo, optó por dirigir su mensaje a atizar al pacto entre el PSOE y Compromís en un acto al que asistió la cúpula del PP, con Rajoy y la secretaria general, María Dolores de Cospedal, al frente. Al lado de Rajoy, Bonig no llevó la contraria en nada al discurso de Génova.

El presidente, por su parte, señaló que «no es bueno repetir elecciones, pero es mejor que un Gobierno a la valenciana». Rajoy, que presidió en Alicante la conferencia de portavoces parlamentarios regionales del PP, adelantó que en la campaña electoral «vamos a hablar de España y de lo que les interesa a los españoles, y no vamos a seguir ninguna comedia de enredo».