España
La mitad de los españoles opina que la corrupción aumentó en 2014
El 39,7 cree que el funcionamiento de la Justicia ha hecho aflorar más casos
La corrupción se convirtió en 2014 en uno de los principales problemas para los españoles su preocupación por esta lacra marcó en el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) una cifra récord. El 63,9% de los encuestados entonces lo señalaron como el principal problema de España –sólo por detrás del paro (77%)– registrando un aumento de 21,2 puntos respecto al barómetro anterior (42,7% en octubre).
El balance de la lucha contra la corrupción en 2014 arroja un panorama devastador. El hecho de que el pasado año haya destacado por el descubrimiento de actuaciones ilícitas en el marco de algunas instituciones y partidos políticos se debe, según los españoles, a que el nivel de corrupción ha aumentado. Así se deduce de la última encuesta de NC Report para LA RAZÓN, en la que el 50,4% de los encuestados considera que actualmente «hay más corrupción». A esta opinión mayoritaria le sigue la tesis de que ha sido el «funcionamiento de la Justicia» el que ha hecho aflorar los casos de corrupción. Un 39,7% atribuye cierta responsabilidad a la labor de los jueces en el control de estas actividades ilícitas, frente al 9,9% que no tiene o prefiere no expresar su opinión al respecto.
Una y otra tendencia se corresponden con distintos sectores generacionales. La sección más joven –de entre 18 y 44 años– considera mayoritariamente que el nivel de corrupción se ha incrementado (58,5%), mientras que no conciben que la labor judicial propicie su afloramiento (29,2%). El sector de edad más avanzada –de 45 a más de 65 años– atribuye esencialmente el descubrimiento de estos casos al funcionamiento de la Justicia (47,2%) por encima de la tesis de que se esté produciendo un incremento generalizado de la corrupción (39,1%).
Ante la preocupante situación que perciben los españoles, el Gobierno lanzó en solitario en el Congreso de los Diputados –después de que el PSOE rompiera unilateralmente las negociaciones con el PP– un paquete de medidas dirigidas a la lucha activa contra la corrupción. Con el objetivo de regenerar la vida democrática y avanzar hacia la transparencia el Ejecutivo aprobó prohibir las donaciones de personas jurídicas a partidos políticos, limitaron las cuantías de las mismas a 50.000 euros si las realizaba una persona física, hizo públicas sus cuentas y endureció las incompatibilidades de los altos cargos, entre otras medidas.
A pesar de esta apuesta por la transparencia, las recetas de Mariano Rajoy para combatir la corrupción no terminan de convencer a los españoles. El 47% de los encuestados cree que no son suficientes, mientras que el 33,3% sí las considera adecuadas para combatirla. El nivel de abstención es elevado en esta cuestión, pues la inminencia de su aprobación y el escaso margen que se les ha dado para demostrar su eficacia hacen que el 19,7% de los entrevistados no tengan o prefieran no expresar su opinión sobre ellas.
Los sectores generacionales de menor edad son quienes se muestran más críticos con las medidas lanzadas por el Gobierno para luchar contra la corrupción. Aunque el sector de entre 30 y 44 años lidera con un 51,8% la corriente censora, en todos los tramos de edad la opinión pesimista respecto a las recetas del Ejecutivo se impone sobre las que las consideran adecuadas. Es la horquilla de encuestados de entre 45 y 64 años la que muestra una visión más optimista respecto a la adecuación de las medidas puestas en marcha por el PP para frenar los comportamientos ilícitos en el marco de instituciones y partidos políticos. Con un 39,8%, lideran la tesis de que la aprobación de estos postulados conllevará una mayor regeneración de la vida democrática.
Por su parte, la abstención se concentra en el sector generacional más joven donde el 27,4% de indecisos se impone sobre la opción optimista (23,9%).
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