Podemos
La participación se desinfla en las elecciones internas de Podemos
En mes y medio, tras el fiasco de las autonómicas andaluzas, cae un 40%
Nuevos indicios parecen apuntalar la percepción de que el fenómeno Podemos está perdiendo la sorprendente velocidad de crucero que venía manteniendo desde las elecciones europeas de mayo de 2014, cuando irrumpió en el panorama político español con sorprendente fuerza, logrando cinco escaños en el Parlamento Europeo. En el último proceso electoral interno del partido –las primarias para elegir los candidatos que se presentarán a las autonómicas del próximo 24 de mayo– votaron 48.023 inscritos. Una puntualización se hace necesaria: hablamos de «inscritos» y no de «personas», ya que, como ha venido informando LA RAZÓN durante las últimas semanas, el sistema de elaboración del censo interno de Podemos permite la inscripción de personajes imaginarios con DNI falsos.
Estos 48.023 inscritos representan tan sólo un 13 por ciento del total del censo interno del partido liderado por Pablo Iglesias, que asciende a 368.264 (al cierre de esta edición). Es decir, un 87 por ciento de los inscritos de Podemos no votó para elegir a las personas que aparecerán en las papeletas del partido en las 13 comunidades autónomas que celebraran elecciones el 24 de mayo.
Además, no se trata de un hecho aislado, sino de una tendencia que parece estar acentuándose. Hace tan sólo mes y medio, Podemos celebró elecciones internas para elegir los cargos de dirección del partido a nivel autonómico. Los resultados fueron hechos públicos el 14 de febrero y fueron muy satisfactorios para la línea oficialista que dirige Iglesias. El sector crítico sólo gano en Aragón, La Rioja y Navarra. Junto a los resultados se hizo pública la participación, que ascendió a los 78.231 inscritos. Por tanto, en el mes y medio que separa los dos últimos procesos electorales internos de Podemos, la participación ha caído un 40 por ciento, desde los 78.231 de mediados de febrero a los 48.023 de finales de marzo.
No han sido seis semanas tranquilas para el gran partido protesta español: los últimos coletazos del llamado «caso Monedero» casi se solaparon con un resultado electoral menos brillante de los esperado en las elecciones autonómicas andaluzas, en las que la lista encabezada por Teresa Rodríguez, aunque logró unos meritorios 15 escaños siendo la primera vez que se presentaba, se quedó bastante lejos de las expectativas que habían creado las encuestas.
También hay que tener en cuenta que ambos procesos electorales internos –el de cargos de dirección autonómicos y las primarias también autonómicas–convocaron a un censo similar y, de hecho, se presentaron prácticamente los mismos candidatos con tan sólo, como queda dicho, mes y medio de diferencia.
El análisis de las elecciones internas que ha celebrado Podemos también confirma esta tendencia a la baja en la participación. La primera votación, las primarias de las elecciones europeas, tuvo lugar entre el 27 de marzo y el 2 de abril y participaron 33.165 inscritos. En aquel entonces, antes del éxito de colocar a cinco diputados en el Parlamento Europeo, era un partido mucho menos relevante que hoy en día. Meses después, entre el 20 y el 26 de octubre de 2014, en las elecciones para aprobar los documentos éticos, políticos y organizativos de Podemos, participaron 112.070 inscritos, cifra récord hasta el momento.
En la votación interna que eligió a Pablo Iglesias como secretario general del partido, que se celebró en noviembre de 2014, participaron un total de 107.070 inscritos, cifras muy alejadas de la participación registrada en las elecciones que finalizaron el pasado lunes.
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