El desafío independentista
«La UE no aplicaría tratados a Cataluña si declara la independencia»
Más claro no pudo ser ayer el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, sobre las consecuencias de una independencia de Cataluña. Las exigencias de corrección política que mandan en la burocracia comunitaria quedaron a un lado y Van Rompuy advirtió a la Generalitat desde el Palacio de la Moncloa de que la independencia de Cataluña la convertiría en un tercer Estado respecto a la Unión Europea (UE) y que los tratados dejarían de aplicarse en ese territorio. Citó expresamente el artículo 49 de la UE, en donde se establece que cualquier Estado que respete los principios establecidos en el artículo 2 de la UE podrá solicitar su Adhesión a la UE. Pero que ésta queda sujeta a la ratificación por parte de todos los Estados miembros de la UE. «Confío en que España permanezca unida y fiable», sentenció en una comparecencia ante los medios de comunicación, con el presidente español, Mariano Rajoy, a su lado. Los dos se reunieron para preparar el Consejo Europeo que se celebrará en Bruselas de finales de mes.
En la ronda de preguntas, al presidente del Consejo Europeo se le preguntó, y a poder ser que contestara con un «sí» o con un «no», si estaba en contra de que una parte de un territorio se pronunciara sobre su futuro. Y también en ese punto fue muy claro echando mano de la historia de su país de origen, en el que también existe un problema de comviviencia histórica: «Si me está preguntado en general, todo depende de la Constitución de cada país. Como belga les digo también que hace falta un esfuerzo para permanecer unidos, pero que merece la pena. Estoy en contra de cualquier proceso de separación, en mi país y en cualquier otro». A continuación, el presidente del Consejo Europeo añadió que esto no quita para que se pueda trabajar en una reforma organizativa o de la Administración del Estado, en que haya más descentralización... «Estar unido es la mejor opción para todos», concluyó.
Escocia no es Cataluña por mucho que se empeñen los nacionalistas
Desde el nacionalismo catalán se insiste continuamente en poner el caso escocés como ejemplo para el futuro de Cataluña. Pero lo cierto es que los caminos que han seguido Artur Mas y Alex Salmond para conseguir su sueño independendista no han podido ser más opuestos. Empezando por el hecho de que el acuerdo alcanzado entre Londres y Edimburgo no existe entre Barcelona y Madrid. Y terminando porque la pregunta que se hará el año que viene en un referéndum –recordemos, legal– fue consensuada en todo momento con Downing Street. Siempre que se ha querido asociar los dos escenarios, tanto desde el gobierno autonómico como el central se han marcado las distancias. La última vez, sin ir más lejos, el pasado mes de noviembre. El ministro británico para Escocia, Alistair Carmichael, señaló que mientras en el Reino Unido, el debate corresponde a los escoceses, en España, «tal y como está planteada la Constitución, éste se debe plantear a un nivel más amplio», es decir, a todo el país, informa Celia Maza.
✕
Accede a tu cuenta para comentar