Política

Radiografía de Podemos

Las recetas bolivarianas de Pablo Iglesias

El programa de la formación oscila entre el populismo y las utopías electoralistas. Su ideario incluye la ocupación de pisos vacíos y el fin de la política antiterrorista. El derecho a decidir y la eliminación del objetivo del déficit, entre sus propuestas

Sobre estas líneas, Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero, en el Palacio Presidencial venezolano con un grupo de militares. A la derecha, Iglesias en el programa Fort Apache
Sobre estas líneas, Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero, en el Palacio Presidencial venezolano con un grupo de militares. A la derecha, Iglesias en el programa Fort Apachelarazon

¿Realidad política o utopía electoral? Éste es el binomio entre el que se debate el programa de Podemos. Una retahíla de quimeras con tintes demagógicos que le ha permitido conseguir en el lejano plano europeo cinco escaños traducidos en 1.245.948 votos. Su irrupción en la escena política no ha dejado a nadie indiferente, aunque pocos sabrían detallar más de dos propuestas concretas de la formación. Ahora que el partido se juega en casa –se avecinan elecciones autonómicas y municipales– escrutamos al milímetro su programa electoral. Entre sus compromisos se encuentra «examinar el cumplimiento de los programas electorales». Veremos si ellos son capaces de cumplir el suyo. Éstas son algunas de sus propuestas para España:

1. Referéndum vinculante y «derecho a decidir»

La «ampliación y extensión de la figura del referéndum vinculante» es la fórmula que defienden desde Podemos para abordar cuestiones tan espinosas como decidir la forma de Estado –para elegir en las urnas si España debe ser una Monarquía o una República– o «las relaciones a mantener entre los distintos pueblos si solicitaran el derecho de autodeterminación». En pleno debate soberanista y con la hipotética consulta del 9-N a escasos tres meses, la formación de Pablo Iglesias alude hasta en tres ocasiones al «derecho a decidir» como un derecho democrático básico de los pueblos en defensa de «las identidades culturales de las naciones sin Estado». Es decir, que si hoy gobernase Podemos, con su programa en la mano la consulta en Cataluña podría celebrarse.

2. Jubilación a los 60 y reducción de la jornada

Podemos sabe qué tecla debe pulsar en el contexto de desempleo actual. Uno de los pilares de sus propuestas económicas es un «plan de rescate ciudadano centrado en la creación de empleo», pero lejos de incentivar la producción, sus medidas van encaminadas a la disminución de esfuerzos. Entre ellas destacan la reducción de la jornada laboral a 35 horas semanales y bajar la edad de jubilación a los 60 años. Además, abogan por eliminar las Empresas de Trabajo Temporal (ETT), un referente en la búsqueda de trabajo, y defienden establecer un techo al salario máximo que pueda percibir un trabajador. En el plano fiscal proponen tipificar el delito a partir de 50.000 euros de cuota defraudada, una reducción considerable respecto a los 120.000 euros actuales.

3. Aborto gratuito y eutanasia

Choque frontal del programa de Pablo Iglesias con los colectivos provida. Bajo el título «derechos y libertades», Podemos aboga por la «despenalización del aborto y el acceso universal garantizado a la interrupción voluntaria del embarazo en la sanidad pública para todas las mujeres». Además de ayudar a frenar el inicio de la vida, si llegaran al Gobierno darían vía legal a la eutanasia, pues también defienden el «derecho a una muerte digna».

4. Estado laico y fin de los privilegios a la Iglesia

Podemos prevé una verdadera revolución legislativa para reducir el papel de la Iglesia en España a un rol meramente testimonial. Para ello cuenta con la «aprobación de medidas legislativas conducentes a asegurar la laicidad y una verdadera separación Iglesia-Estado». Además, si como de la tan manida «casta» se tratase, buscan eliminar los privilegios fiscales de la Iglesia, así como los que se le conceden en materia educativa.

5. Nacionalizaciones y adiós al límite de déficit

En el epígrafe económico es donde las propuestas de Podemos se antojan más utópicas, e incluso peligrosas. Algunas, como eliminar la obligatoriedad de cumplir con el objetivo de déficit fijado por Europa, pondrían a España en una difícil tesitura a la hora de que el resto de países de la eurozona confiasen en nosotros. Además, haciendo gala del comunismo que abanderan, promueven nacionalizaciones masivas de aquellas empresas dedicadas a sectores básicos como el agua o la luz. Si la vía es la contraria, es decir, la privatización de una empresa pública, abogan no sólo por su limitación, sino que, además, en caso de producirse deberá ser aprobada mediante referéndum entre la población. Esta participación ciudadana también la quieren aplicar a los consejos de administración de las empresas, en los que entrarán los trabajadores, y eliminar los fondos buitre y las Sicav.

6. Eliminar las ayudas a la enseñanza privada

En el ámbito educativo, Pablo Iglesias –que es profesor universitario– sólo concibe el sistema público. Por ello, propone la «eliminación de cualquier subvención y ayuda a la enseñanza privada», incluyendo en estos casos la modalidad concertada, que es aquella que aúna gestión pública y privada. Con estas medidas, pretenden «ahorrar en financiación y mejorar los centros públicos», aunque a la vez exigen que durante la etapa obligatoria la educación sea gratuita. La guadaña de Podemos también tiene puesto el foco en el Plan Bolonia, del que defiende su derogación inmediata.

7. Punto y final a la política antiterrorista

Buscando reformular los cánones de seguridad del Estado, Pablo Iglesias y los suyos no consideran que el terrorismo configure un riesgo para la misma actualmente. Por ello, y obviando parte de la historia reciente en nuestro país y, en consecuencia con algunas declaraciones de Iglesias sobre la banda criminal ETA, la formación propone «el fin de las políticas antiterroristas y de seguridad ciudadana que vulneren la libertad de expresión». Algo que surge del germen mismo de Podemos, cuyos orígenes parten del movimiento 25-M y de las asambleas ciudadanas coexistentes al mismo.

8. Ocupación de pisos vacíos y dación en pago

El derecho a la vivienda y los desahucios toman forma en el tercer epígrafe del programa de Podemos. En este ámbito tan sensible, Iglesias se desmarca con una serie de «mecanismos de condonación de la deuda» que quedan lejos de la realidad hipotecaria actual. Proponen la «paralización inmediata de todos los desahucios de primeras viviendas», la dación en pago con caracter retroactivo y la «despenalización de la ocupación» de pisos que lleven vacíos más de un año. Además, consideran que el suministro de luz, agua y calefacción es un «derecho básico inalienable que debe ser garantizado por las empresas públicas». En consecuencia, piden que no se corten estos suministros aunque el dueño del inmueble no pague las facturas.

9. Desmantelar la valla fronteriza y los CIES

Las relaciones exteriores y la inmigración también tienen cabida en las proclamas de Podemos y vuelven a elevar el tono a la irrealidad más absoluta. Proponen la eliminación de las vallas fronterizas y el Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE), que permite el avistamiento de los grupos de indocumentados que intentan entrar en la Península. Una vez dentro de nuestro país, los inmigrantes no tendrían dónde ser alojados, pues la formación pretende que se prohíban los Centros de Internamiento de Extranjeros. En el ámbito europeo, promoverían un referéndum vinculante para la salida de España de la ONU y desmantelarían las bases militares extranjeras situadas en terceros países.

10. Fin del aforamiento y límtes a los mandatos

Como medidas anticorrupción dentro de la «casta» política, Pablo Iglesias propone la limitación salarial y temporal a dos legislaturas de los políticos, el fin del aforamiento y la prohibición de acumular cargos públicos, promoviendo la «revocabilidad permanente de los cargos electos». También redunda en las medidas de regeneración democrática que han impulsado los principales partidos, como la rendición de cuentas o la publicación de los bienes de los cargos electos.