Ministerio de Asuntos Exteriores
Londres acusa a España de repetidas «incursiones ilegales» en Gibraltar
Y Gibraltar volvió a aparecer en verano. Un año más las tensiones entre Reino Unido y España a cuenta del Peñón y las aguas que lo rodean amenazan con convertirse en un frente abierto al sur de Europa. El Gobierno británico acusó ayer a España de «violar la soberanía del Reino Unido» por las «repetidas incursiones» de barcos de las Fuerzas de Seguridad españolas en aguas pertenecientes a Gibraltar. En un comunicado, el secretario de Estado británico de Asuntos Exteriores, Hugo Swire, dijo que los navíos españoles han estado «persiguiendo barcos que podrían haber cometido delitos», pero consideró «inaceptable e ilegal» la operación. «El 9 de agosto barcos estatales españoles entraron repetidamente en aguas del territorio británico de Gibraltar sin notificarlo a las autoridades gibraltareñas», explicó el secretario de Estado en la nota. Los hechos objeto de controversia ocurrieron durante la madrugada del domingo cunado un barco y un helicóptero españoles perseguían a otro barco español que habría cometido algún delito.
«Entendemos-prosigue el texto de queja gibraltareño- que los españoles estaban persiguiendo a barcos que podrían haber cometido delitos. Sin embargo, es totalmente inaceptable e ilegal, de acuerdo con la legislación marina internacional, entrar en nuestras aguas sin notificarlo». El representante de la diplomacia del Reino Unido aseguró que Londres abordará «urgentemente» con «las autoridades españolas» esta «clara violación» de la soberanía británica por «otro país de la UE (Unión Europea)».
La agencia de noticias británica PA recogía también ayer unas declaraciones del ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, en las que califica de «indignante» la situación. Según Picardo, efectivos de la Marina española han acompañado al Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) en una operación desarrollada durante los dos últimos días. Picardo insistió en que las Fuerzas de Seguridad españolas deberían haberse puesto en contacto con la Policía de Gibraltar toda vez que tenían claro que la persecución de los delincuentes les llevaba a territorio británico.
Sin embargo, esta versión defendida desde el otro lado de la Verja no es compartida por el Ministerio de Asuntos Exteriores español. Fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores consultadas ayer por LA RAZÓN aseguraron que las aguas a las que hace referencia Reino Unido «son españolas». «En el Tratado de Utrecht nunca fueron cedidas por lo que son españolas», insistieron. «Nuestros buques realizan labores de control rutinarios en la zona contra distintas actividades ilegales como puede ser el contrabando de tabaco o la pesca ilegal», afirmaron dichas fuentes. «Por este motivo no consideramos que lo ocurrido sea un incidente ya que en todo momento se ha cumplido con la Ley», aseveran desde el Ministerio de Exteriores, según informa Ángel Nieto.
Es decir, la discrepancia vuelve a fijarse en la titularidad de las aguas. Éste es uno de los puntos de conflicto habituales entre España y Reino Unido: la titularidad de las aguas que rodean el Peñón y que extienden su problemática a los pescadores de la zona. Hace ya dos años, durante el verano de 2013, se produjo una de las mayores crisis entre ambos países a cuenta del lanzamiento de unos bloques de hormigón para construir arrecifes artificiales por parte de Gibraltar que impedían a los pescadores españoles desempeñar su trabajo en las aguas de la zona. La tensión fue en aumento y la cuestión de los bloques se sumó a los tradicionales temas de fricción entre las autoridades españolas y gibraltareñas: el contrabando y las colas.
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