Los barones cierran filas con el secretario general y se enfrentan a Díaz

El Comité Federal que celebra hoy el PSOE en la sede de Ferraz promete emociones fuertes, después de que el jueves Susana Díaz desautorizara públicamente la estrategia oficial de la dirección en cuanto a la política de pactos que se abre tras las elecciones. La presidenta en funciones de la Junta criticó duramente el frente anti-PP que propone Pedro Sánchez y cuestionó la viabilidad de un pacto global con Podemos. «El PSOE no puede ser el escudo frente a unos ni la pasarela para otros», afeó. Para Díaz, el nuevo escenario político debe gestionarse con «mucha prudencia» y eso pasa por «no estar en ningún bloque, ni a favor de nadie ni contra nadie».

Estas declaraciones de la lideresa andaluza a las puertas del cónclave en el que los socialistas fijarán las bases de su política de pactos a nivel nacional –aunque atendiendo a las condiciones propias de cada territorio– no han sentado bien a los dirigentes del PSOE, que se enfrentan durante estos días a la difícil situación de recabar apoyos para formar sus ansiados gobiernos. El objetivo para todos ellos es claro: aislar al PP de las instituciones, y el alegato de Díaz contra el «frentismo» llega en un momento delicado, cuando algunos tienen prácticamente atados sus pactos con Podemos para materializar este propósito. Es el caso del candidato socialista al Ayuntamiento de Valladolid, Óscar Puente, empeñado en evitar que el actual alcalde popular Francisco Javier León de la Riva siga al frente del consistorio con un pacto con Sí Se Puede Valladolid y Toma La Palabra. Puente puntualizó que Díaz es «un referente importante para el PSOE», pero le recordó que es a la dirección federal a la que le corresponde la toma de decisiones en clave nacional. «Ella sabrá lo que tiene que hacer en su territorio y, desde luego, le pediría que dejara que los demás hagamos nuestro trabajo», señaló, al tiempo que subrayó que él «no entra ni sale» en lo que cada uno tiene que hacer en su «tierra», pero «sí que cada cual se dedique a lo suyo» porque todos tienen «mucho trabajo» y «especialmente Díaz en Andalucía».

Tampoco avalarían la tesis de la lideresa andaluza algunos de sus principales apoyos a nivel nacional. Los secretarios generales del PSOE en la Comunidad Valenciana y en Castilla-La Mancha se encuentran inmersos en las negociaciones con partidos bisagra como Compromís y Podemos, que les permitan recuperar el poder en sus territorios. Todos los candidatos autonómicos han puesto durante la campaña como diana de sus críticas al Partido Popular, a quien han negado cualquier tipo de entendimiento por considerarle una formación «tóxica».

Fuentes del PSOE reconocen que, a pesar de las declaraciones de Díaz, el partido no ha cambiado su posición sobre pactos y sigue con la convicción de encabezar el cambio seguro y progresista que ha demandado la sociedad en las urnas. De esta forma, puntualizan que el sentido de los pactos lo marcarán las políticas, el «para qué» y no con «el quién». Éste será también el argumento del discurso que dirigirá hoy Pedro Sánchez a sus huestes en la apertura del Comité Federal, al que también acudirá Díaz. El líder del PSOE defenderá la posición del partido como «alternativa» al PP y como «primera fuerza política de la izquierda» para liderar con «responsabilidad» la articulación de gobiernos progresistas en España. Superada la cita de hoy, y una vez establecido el «código de conducta» a aplicar en las negociaciones, Sánchez se reunirá con Pablo Iglesias y Albert Rivera para cerrar las posibles alianzas que puedan surgir en las próximas semanas.

Cuando comience la reunión en Ferraz, Sánchez habrá hablado ya con todos los dirigentes territoriales, a los que ha ido convocando a lo largo de la semana en la sede del partido, y con los que cenó ayer. A la cita nocturna faltó Susana Díaz, que a esa hora estaba en Sevilla recibiendo a los ganadores de la Europa League de fútbol. Tal y como anunció el pasado lunes el secretario de Organización de los socialistas, César Luena, tras la reunión de la Ejecutiva, la dirección federal dará «libertad» a los dirigentes territoriales en la búsqueda de acuerdo, aunque con la «lealtad» que le deben al proyecto «único» del PSOE. Ese día, la Ejecutiva federal ratificó la intención de hablar con todos los partidos políticos, a excepción de con el PP, la «derecha insolidaria», y con Bildu. De hecho, se anunció una ronda de contactos del secretario general con el resto de partidos.