Terrorismo

Los empresarios vascos y navarros sufren el «aguinaldo revolucionario»

Un año más reciben cartas de un «colectivo» de presos etarras que les piden donativos

Jóvenes de la izquierda abertzale son los que recogen los donativos
Jóvenes de la izquierda abertzale son los que recogen los donativoslarazon

Coincidiendo con las fiestas navideñas, tanto Herrira como un «colectivo de presos» denominado «presoekiko elkartasuna» se han puesto a escribir cartas por Navidad. Los destinatarios son los comerciantes y hosteleros de Elorrio (Vizcaya) y Etxarri Aranatz (Navarra). Repiten las mismas misivas de siempre barnizadas de un espíritu navideño, caritativo, «voluntario»...

En Elorrio, jóvenes del entorno de la izquierda abertzale, convertidos en carteros, son los encargados de entregar en mano a los comerciantes estas cartas con un sobre en blanco que tienen como fin recaudar el dinero que destinarán a los presos de ETA y a sus familiares. La misiva solicita bajo el nombre de «Sorteo Solidario de Navidad» a favor de «los y las represaliados políticos vascos» la colaboración de los empresarios mediante un donativo con el fin de «aligerar, en la medida de lo posible, los múltiples gastos que origina la dispersión a las familias de los presos». Asimismo, aprovechan para recordar que «mientras la estrategia carcelaria siga siendo ésta, vuestra aportación sigue siendo imprescindible» y subraya que ésta «es totalmente voluntaria». El donativo tendrá como recompensa un viaje cuyo destino no se especifica, ni la fecha del sorteo, un viaje que también han «costeado» los empresarios a los que se les requiere el donativo. «Hemos decidido sortear un viaje para hacer referencia a los miles de kilómetros» que están condenados a realizar los familiares y amigos de los «represaliados».

En 2003 y 2004 se especificaba la cantidad a donar: «Entre 20 y 30 euros» ,y entonces enumeraban los posibles objetivos a cubrir: «Un jersey, unas zapatillas»... Esta vez se especifica que es para «gastos que origina la dispersión». «Cada uno puede aportar lo que pueda puesto que todo será bien acogido», e indica que pasarán «en breve a recoger vuestra respuesta». Los que recogen este «aguinaldo» toman nota de la cantidad aportada por cada comerciante, y si colabora o no.

En Etxarri Aranatz no sólo los comerciantes han recibido las misivas, también los vecinos. En esta ocasión es el colectivo Herrira quien solicita el aguinaldo adjuntando además las fotografías de los presos para los que irá a parar dicha aportación. El lunes, víspera de Navidad, acudieron casa por casa para recoger el donativo.

Entre los empresarios están los que colaboran sin necesidad de tener misiva alguna –la minoría–, los que pagan y los que dudan, y ante el miedo a que sus negocios sean marcados y se queden sin clientes, dan el donativo «con el fin de pasar desapercibidos», ya que en crisis «lo último que uno quiere es que por algo así se arruine el negocio», destacan. Estas cartas siguen siendo un disfraz del «chantaje» y la «coacción» de otras veces.