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Los Franciscanos de Córdoba: «Digan que Ricart no va a venir»

La Razón
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Nada se sabe con certeza acerca de cuál será el destino elegido por Miguel Ricart tras su salida de prisión el pasado viernes. Su localidad natal, Catarroja, parece descartada como el lugar donde reinicie su vida con el crimen de Alcàsser en la memoria. Ayer, la alarma se disparó al difundirse a través de las redes sociales que Ricart había sido acogido por la orden de los Franciscanos en Córdoba. Desde el convento de Santa María de Guadalupe se desmintió tal información después de que se perdiera la pista de Ricart el pasado viernes tras bajarse de un tren en Linares (Jaén) y viajar en coche en dirección a Madrid.

Por otro lado, el magistrado Juan Beneyto, integrante de la sección segunda de la Audiencia de Valencia que la pasada semana decretó la salida de prisión de Miguel Ricart, emitió su voto particular en contra de esta medida, al entender que las redenciones de condena que obtuvo Miguel Ricart por los beneficios penitenciarios fueron indebidas. Su señoría sustenta su oposición en dos puntos. Por una parte, en que Ricart obtuvo redenciones de condena por unos beneficios penitenciarios indebidos, ya que se le concedieron sin hacer nada a cambio. El segundo pilar en el que basa su rechazo es la circunstancia de que las redenciones de condena dictadas por el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria no fueron notificadas a las partes para que pudieran recurrir la aplicación de dichos beneficios. Considera su señoría que dichas decisiones debieron ser comunicadas, sobre todo a partir de 2003, y aporta una prolija jurisprudencia para apuntalar su teoría. Por ello, pide que Ricart se mantenga en prisión y se declaren nulas las redenciones de pena.