Barcelona

CDC recuperará sus siglas en el Congreso tras el experimento fallido del 20-D

Convergència prevé primarias el 21-M en una consulta donde también decidirá si se refunda

El presidente catalán en funciones y líder de CDC, Artur Mas
El presidente catalán en funciones y líder de CDC, Artur Maslarazon

Convergència prevé primarias el 21-M en una consulta donde también decidirá si se refunda

Es pronto todavía para saber si corren nuevos tiempos en Convergència porque quienes han dirigido el partido nacionalista durante la última década siguen al mando y no han anunciado su intención de marcharse. Sí que han asumido, no obstante, que es necesario propiciar «una sacudida» a su formación después de varios años acumulando el desgaste de la corrupción y de los recortes. Fue el propio Artur Mas quien se encargó ayer de concretar esta sacudida en una rueda de prensa desde la sede de CDC, un escenario inédito para el ex presidente de la Generalitat en los últimos años.

Será el 21 de mayo cuando los militantes de Convergència decidan el alcance del zarandeo, ya que podrán escoger entre dos opciones: renovar el partido a fondo o fundar uno nuevo. La misma cita servirá para celebrar elecciones primarias para escoger al líder de CDC en el Congreso, en el caso de que surja un adversario que quiera batirse con Francesc Homs, quien ha confirmado su intención de permanecer en el cargo para el que fue escogido el pasado 20-D.

Lo más llamativo, sin embargo, no son las primarias, sino que Convergència recuperará sus siglas de cara a las elecciones generales después del experimento fallido de la marca Democràcia i Llibertat (DiL). Los convergentes trataron de ocultar sus siglas detrás de esta marca electoral sin ningún éxito en las urnas, ya que quedaron en cuarto lugar en Cataluña (por detrás de En Comú Podem, ERC y PSC). El proceso de consultas internas que CDC está llevando a cabo con su militancia como trabajo previo al congreso de julio ha revelado que sus bases son partidarias de conservar el histórico nombre de la formación que Jordi Pujol fundó en 1974. Sin embargo, Mas no descarta que a CDC se le puede añadir una especie de apellido electoral con el propósito de abrir el partido a otros sectores soberanistas.

Su verdadero objetivo era concurrir de la mano de ERC en una suerte de reedición de la coalición de Junts pel Sí, pero los republicanos dieron un portazo definitivo a esta opción el pasado fin de semana a través de su consejo nacional.

Mas confirmó que se implicará más a fondo en la campaña de estas generales porque tiene «más tiempo libre» –a diferencia del pasado diciembre– pero no concretó si realizará una gira propia o irá de la mano del candidato. También se desconoce, por el momento, el papel que el ex presidente de la Generalitat quiere jugar en la remozada Convergència. «Yo estaré, puedo estar de diversas maneras. Lo que está claro es que mi compromiso está, pero ya iremos hablando», se limitó a decir. Sí que se intuye que él es partidario de crear un nuevo partido y no simplemente de realizar una renovación, ya que su interpretación es que hay muchos aspectos que han cambiado en Cataluña y son necesarias nuevas herramientas.