Margallo ofrece a Cataluña revisar el modelo territorial sin tocar la unidad

El Gobierno afrontó ayer la víspera de la Diada con un discurso medido al milímetro y en el que sólo llamó la atención la afirmación del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, de que hay que buscar una fórmula que permita a Cataluña «encajar en España».

El Gobierno afrontó ayer la víspera de la Diada con un discurso medido al milímetro y en el que sólo llamó la atención la afirmación del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, de que hay que buscar una fórmula que permita a Cataluña «encajar en España». El ministro, no obstante, confirmó, como ayer adelantó este periódico, que en ningún caso Mariano Rajoy se plantea pactar una consulta descafeinada. Durante su intervención en la inauguración del Foro España Internacional se pronunció a favor de afrontar una reforma de la organización territorial de España, respetando la unidad nacional. En la oferta de negociación al presidente de la Generalitat, Artur Mas, incluyó también las cuestiones que han provocado la desafección, como la lengua y la cultura, las infraestructuras o la revisión del sistema de financiación. Algunas de estas materias sí están en la mesa de la negociación reservada.

¿Esta reforma de la organización territorial del país implica que el Gobierno del PP asume la posibilidad de afrontar un cambio constitucional? Ésta, evidentemente, es la pregunta inmediata que surge del discurso del ministro de Exteriores. Él, en su intervención, precisó que la Constitución española es de 1977 y que «es probable» que deba ser revisada en la organización territorial del Estado, «respetando siempre el artículo 2, que señala la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles». Asimismo, fue tajante al señalar que no hay margen para un «referéndum pactado» en Cataluña y que al llamado «derecho a decidir», que propugna CiU de la mano de ERC, no le quedaría otra salida que una declaración unilateral de independencia, lo que supondría su salida inmediata de la UE.

En relación a la reforma constitucional, oficialmente desde Moncloa se señaló que el Gobierno sigue considerando que la salida para Cataluña pasa por el diálogo y la cooperación, dentro de la Carta Magna. Y a última hora Margallo corrigió con la precisión de que su propuesta de revisión de modelo territorial se circunscribe a la delimitación de las competencias de cada Administración, siguiendo el mismo modelo que se usó para redactar el Tratado de la UE y estableciendo las competencias exclusivas del Estado y de las comunidades, así como las que están compartidas. Esto «no implica» la reforma de la Constitución, puntualizó.

Por su parte, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, optó por un mensaje en positivo. En el Senado, resaltó que está seguro de que Rajoy y Mas encontrarán soluciones para los principales problemas de los catalanes, y que éstos no son los delirios soberanistas sino financiar sus servicios públicos y salir de la crisis.