Política

El desafío independentista

Mas busca «embajadores» en el mundo para su causa

Impulsa un cuerpo diplomático, uno oficial y otro oficioso, formado por catalanes expatriados, para explicar la independencia

La Razón
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La discreción fue la máxima que Artur Mas impuso a la acción exterior de su equipo de gobierno en la anterior legislatura para no incomodar a su socio preferente, el PP.

La discreción fue la máxima que Artur Mas impuso a la acción exterior de su equipo de gobierno en la anterior legislatura para no incomodar a su socio preferente, el PP. Pero ahora que no necesita a los populares para sacar adelante los presupuestos de 2013, ahora que tiene un socio independentista y el proyecto estrella de su mandato es la convocatoria de una consulta soberanista, Mas relanzará las dotes diplomáticas de la Generalitat para explicar por qué Cataluña quiere la independencia. En una clara muestra de que la necesidad agudiza el ingenio, para contrarrestar la insuficiencia de herramientas diplomáticas del gobierno catalán, Mas ha pedido a los catalanes que viven en el extranjero que actúen como «embajadores» y den a conocer la realidad nacional de Cataluña en el mundo. Quiere implicar también a catalanes ilustres, deportistas, científicos y artistas.

La estrategia exterior

Durante la campaña electoral, Mas habló de crear una conselleria de asuntos exteriores. El PP le replicó que si bautizaba así un departamento presentaría un recurso de inconstitucionalidad. Mas acabó aparcando la idea, las relaciones exteriores dependen, por ahora, de la conselleria de Presidencia, que dirige Francesc Homs, y él será su cabeza más visible. El pasado martes, tras el consejo ejecutivo catalán y después de publicarse que el Ministerio de Asuntos Exteriores ultima un anteproyecto de ley para tutelar la actuación de las comunidades autónomas en el extranjero, Homs confirmó que Cataluña intensificará su acción exterior y que Mas redoblará sus viajes al extranjero para lograr inversiones y explicar el conflicto soberanista.

Homs detallará la estrategia del gobierno catalán en política exterior el próximo 8 de febrero en el Parlament. Según explicó la Generalitat a la televisión pública catalana, la política exterior catalana gira en torno a cinco ejes: captar inversiones; explicar la proyección de Cataluña como país y su hipotética independencia de España; impulsar un cuerpo diplomático propio; explicar a los medios internacionales el conflicto soberanista a través del programa de comunicación Eugeni Xammar –periodista y diplomático catalán de principios de siglo XX–, e implicar a los catalanes que viven en el extranjero para que den a conocer la realidad nacional de Cataluña en todo el mundo.

Una de las cuestiones cruciales es hacia dónde orientar la acción exterior de la Generalitat y Mas ya ha puesto varias cruces en el mapamundi para proyectar a Cataluña a nivel internacional. En síntesis, el presidente catalán quiere dirigirse fundamentalmente a Asia y América porque allí es donde puede hallar más posibilidades para favorecer los intereses empresariales de Cataluña. Gigantes como Brasil, India y China figuran entre sus prioridades, pero también Argentina, Colombia, Chile e Israel.

El objetivo primordial de estos viajes –que el propio Mas piensa encabezar – es, según la Generalitat, favorecer la actividad económica. «La presencia exterior hoy está más justificada que nunca, por una cuestión incluso de supervivencia colectiva», explicó Homs hace pocos días. «¿Por dónde se aguanta hoy la economía catalana, por dónde tiene un punto de salida?», se pregunta el conseller, convencido de que es imprescindible dar alas a los sectores productivos que están internacionalizados. En efecto, cualquier analista económico coincidiría con la importancia que tiene aprovechar las posibilidades de un mercado global, pero la Generalitat no únicamente persigue este objetivo, porque su reto también es el de dar a conocer que «Cataluña es una nación» y que tiene aspiraciones de lograr la «plenitud» de su autogobierno.