Espionaje en Cataluña
«Mira si te puedes inventar algo para grabar una comida de Sánchez-Camacho»
Uno de los detectives detenidos de Método 3 era mensajero y admite que sufrió presiones de la agencia
Uno de los detenidos por la trama de espionaje en el almuerzo entre de la ex novia de Jordi Pujol Ferrusola, Victoria Álvarez, y la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez–Camacho, Álex Borreguero, que en un principio tenía que declarar como testigo y acabó arrestado, explicó ante el juez que comenzó a trabajar en la agencia de detectives Método 3 en 2008, «cuando tenía 20 años, y mi función inicial fue la de mensajero».
Borreguero explicó que el 7 de junio de 2010, que era el día de la final de una competición importante para España, una de las investigadoras detenidas en este caso, Elisenda Villena, le comentó que «mira si te puedes inventar algo para hacer una grabación de una comida en un restaurante en Barcelona de Sánchez-Camacho con otra mujer».
«Se pondrá nerviosa»
Siempre según la versión de Borreguero, el joven detective relató al juez que propuso a Villena que «porque no le damos la grabadora a Alicia», a lo que la investigadora de Método 3 respondió que «no porque dice que vaya que se ponga nerviosa y no grabe».
Añadió Borreguero en su declaración que «entre Villena y yo se nos ocurrió poner la grabadora en un centro de mesa; José Luis Marcos me dio dinero para comprar el centro de mesa».
Borreguero también señaló en su declaración ante el juez que «me dirigí al restaurante y dije que era el asistente persona de Alicia Sánchez–Camacho, tal como me indicó Elisenda Villena. David Vidal, hijo de la dueña del restaurante, me dijo que muy bien, y que Sánchez–Camacho era cliente habitual».
Dijo Borreguero ante el juez que el otro detective, Julián Peribañez, «se quedó fuera y yo coloqué el centro de mesa con una grabadora de mano de la marca Olimpus». Añadió el joven investigador que «estuvimos esperando fuera sentados con Peribañez, y cuando marcharon la retiramos inmediatamente, y Peribañez sacó fotografías de la otra persona, no de Sánchez–Camacho, puesto que Francisco Marcos ordenó que no sacaran fotos de Sánchez -Camacho».
«Luego me dirigí a calle Tuset, sede de Método 3, y descargué la grabación en un ordenador, hice una copia de CD y se le entrego a Elisenda Villena», dijo Borreguero. Finalmente, señaló que «en septiembre de 2012, después de llevar varios meses sin pagarme, accedieron (la agencia) a que me llevara un equipo informático y algún material tecnológico como parte de la deuda que tenían».
El abogado de Borreguero, Rubén Romero, matizó que su cliente no aseguró en su declaración ante la Policía Nacional que Sánchez-Camacho, encargase la grabación de su encuentro con la ex pareja de Jordi Pujol Ferrusola. El letrado quiso subrayar que Borreguero «no dijo que Camacho estuviera al tanto del operativo», sino que, cuando instaló la grabadora, él creía que la dirigente popular sabía que se iba a grabar su conversación.
Según informaron fuentes de la investigación, Borreguero y su compañero Julián Peribáñez, también detenido acusado de revelación de secretos, reconocieron a la Policía Nacional haber hecho la grabación del encuentro siguiendo órdenes de sus superiores.
El abogado Rubén Romero dijo que su cliente puso la grabadora dentro del centro de flores, y que esperó junto a otro detective a que acabara el almuerzo para recuperarla.
Sin embargo, Romero dijo que lo hizo creyendo que Sánchez-Camacho era conocedora de la situación y que fue al restaurante a entregar las flores «con naturalidad» pensando que iba de parte de la líder del PP catalán.
Romero explicó también que cuando el «superior» de Borreguero, que cree que en ese momento era Elisenda Villena, le encargó la grabación del encuentro, él propuso que fuese Camacho quien llevase la grabadora.
Por su parte, el propietario de la agencia Método 3 Francisco Marco, salió ayer a las 21:55 horas de la sede central de la empresa, en Barcelona, tras asistir desde las 16:10 horas al registro de la oficina.
A las 20:30 horas ya habían salido los fiscales Emilio Sánchez Ulled y Fernando Bermejo, que presenciaron el registro junto a Marco y una decena de policías. La cantidad ingente de documentación incautada por la Policía en el registro de la sede central de Método 3 en Barcelona hubiera precisado de diez furgonetas para su transporte, informaron fuentes de la investigación, por lo que el juez determinó que los agentes analicen los documentos «in situ».
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