Navarro no renunciará al derecho a decidir

Las conversaciones apenas acaban de comenzar y van para largo. En el PSC no se atreven a poner una fecha, aunque desean que el protocolo de relaciones con el PSOE esté cerrado antes del verano. Dan muestras de buena voluntad, aunque también se vislumbran diferencias y algunas de bulto. Para empezar, los socialistas catalanes no quieren salir de la ejecutiva del PSOE y tampoco renunciar al derecho a decidir, asunto que provocó la crisis entre ambas formaciones cuando los diputados del PSC se desmarcaron en el Congreso.

Antonio Balmón, número dos de los socialistas catalanes y negociador del acuerdo con Elena Valenciano, explica a este diario que «no habrá acuerdo» sobre el derecho a decidir, pero enmarca que «el problema no es para los socialistas, sino para los gobiernos», es decir, son el Ejecutivo y la Generalitat quienes tienen que gestionar la consulta soberanista. El PSC apuesta por tener «voz propia» en los temas catalanes, en definitiva, compartir las agendas social y económica e incluso la territorial, ya que ambos apuestan por la España federal, pero «debemos tener nuestra visibilidad en los temas que afectan a Cataluña». Tanto Balmón como otros dirigentes consultados se desmarcan del modelo «a la bávara» para definir los términos en que están negociando la futura relación entre ambos partidos.

Los socialistas catalanes consideran que, hoy por hoy, todas las posibilidades a la hora de dibujar la relación con el PSOE están abiertos, «y lo único seguro es que no romperemos». Incluso, pueden hasta llegar a estudiar incorporar a algún representante en la ejecutiva de la calle Nicaragua, aunque esta posibilidad la plantean como remota y sí dan por hecho que seguirán en la ejecutiva del PSOE.