Moción de censura
Rajoy traslada que seguirá como jefe de la oposición
Felicita a su sucesor y se despide: «Ha sido un honor dejar una España mejor de la que encontré»
Felicita a su sucesor y se despide: «Ha sido un honor dejar una España mejor de la que encontré».
Mariano Rajoy ha trasladado en las últimas horas a algunos de sus colaboradores más cercanos que su deseo es seguir al frente de la Presidencia del PP y también como líder de la oposición. Desde su entorno admiten que son «momentos de reflexión» y de valorar cómo reconducir una situación que hace unos días se antojaba imposible que pudiera hacerse realidad. Pero incluso estando aún en «la etapa de asimilación», el mensaje que ha llegado a algún ex ministro y a algún alto cargo de la cúpula popular es que su primera intención no es abandonar en ningún caso de manera rápida el liderazgo del partido.
El martes ha convocado una reunión del Comité Ejecutivo del PP. Es un órgano de dirección formado por la plana mayor, pero son altos cargos y dirigentes territoriales de su confianza, sus elegidos en la lista con la que se presentó a su reelección como Presidente del PP en el último Congreso Nacional, que se celebró en febrero de 2017,
Una salida brusca de la dirección del PP sería bastante chocante con su carácter y con su manera de gestionar la toma de decisiones, incluso aunque ésta sea una situación tan excepcional que no entraba en los cálculos de nadie. Hay que valorar además el factor personal, el lado más humano, ya que Rajoy tampoco quiere que después de toda una vida dedicada a la política, lo último que se recuerde de él sean los días de la censura. Por eso quiere intentar dirigir el proceso de reordenación del partido, al parecer desde la confianza que sigue teniendo en su capacidad de aprovechar la coyuntura, y la «ingobernabilidad» que prevé que inhabilite al nuevo Gobierno de Sánchez, para «ayudar al PP a conseguir un buen resultado» en las elecciones autonómicas y municipales. La gran incógnita es cuánto puede durar esta transición, porque no repetirá como candidato en otras generales.
Esta hoja de ruta puede quedar alterada por los intereses de su partido y por los movimientos que puedan producirse en él en las próximas semanas, pero, en principio, por su cabeza no se ha pasado la idea de dimitir y abandonar la jefatura de la oposición.
Ayer su bancada le rindió un sentido homenaje para despedirle en el Congreso de su cargo como jefe del Ejecutivo. Si el día anterior se había ausentado de toda la jornada de tarde del debate de la moción, ayer llegó justo para la votación de la misma. El Grupo Popular se levantó y le recibió con un caluroso aplauso, que llevó a la portavoz socialista, Margarita Robles, a susurrarle a Pedro Sánchez, escaño con escaño, «¡qué vergüenza!».
Rajoy subió a la tribuna para despedirse solemnemente de la Cámara como presidente del Gobierno, y después más abrazos, mucha emoción, lágrimas, más aplausos y diputados que le escoltaron hasta el coche oficial cuando abandonó el Parlamento, nada más terminar la votación que convirtió a Pedro Sánchez en su relevo en La Moncloa.
En su última intervención con la que cerró el debate parlamentario, reivindicó su legado y dio las gracias a los españoles y a su partido. «Ha sido un honor dejar una España mejor de la que encontré», señaló, al tiempo que deseó al líder socialista que él también pueda decir lo mismo cuando le llegue el momento, en su día, de abandonar el Palacio de la Moncloa. La dureza del combate parlamentario del día anterior quedó aparcada a un lado y Rajoy tuvo el gesto de «ser el primero» en felicitar al secretario general socialista por su inminente nombramiento, y en desearle suerte en el ejercicio del cargo. Expresamente señaló que, como demócrata, acepta el resultado de la moción de censura, aunque no comparta lo que se ha hecho. Rajoy también dijo que cree haber cumplido con el mandato político que tenía de «mejorar la vida» de las personas, y agradeció al PP y a los españoles que le hayan brindado «su comprensión y apoyo». «Suerte a todos ustedes por el bien de España», comentó antes de volver al escaño. En su última intervención como presidente del Gobierno también pidió disculpas a aquellos que puedan no haber compartido sus políticas. «Si alguien se ha sentido ofendido, perjudicado, pido disculpas. Gracias a todos, especialmente a mi partido, sin el cual nada habría sido posible».
Su agradecimiento lo hizo extensivo a través de las redes sociales. «Las decisiones no siempre fueron fáciles, pero todas han sido para defender a España».
Después de las elecciones de 2004 Rajoy llegó a estar ocho años en la oposición antes de ganar sus primeras elecciones generales. Esta noche su familia y él ya no dormirán en el Palacio de la Moncloa: ayer terminaron la mudanza «exprés» para que el nuevo presidente del Gobierno pueda acomodarse en su nueva residencia en cuanto lo desee, una vez que hoy se formalice la toma de posesión ante el Rey. La llegada del nuevo Gobierno provocará el cese en las próximas semanas de más de 400 altos cargos. No obstante, el PP mantiene el control del Senado con su mayoría absoluta, la mayoría de la Mesa del Congreso junto con Ciudadanos, y la Presidencia del Congreso. Desde el punto de vista legislativo, esto le concede un amplio margen para condicionar al Ejecutivo socialista, que pasará a la historia por ser el que hasta ahora se ha sostenido en menos escaños.