Elecciones generales
Sánchez asegura en una entrevista en RTVE que está abierto a pactar de nuevo tanto con los independentistas como con PP o Cs tras el 28-A
La entrevista se ha emitido en horario de máxima audiencia en todos los medios del ente público: La 1, Canal 24 Horas, Radio 5, RTVE.es, Twitter y YouTube
En plena precampaña electoral, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, rehusó anoche en TVE especular sobre pactos postelectorales tras las generales porque lo importante, afirmó, no es decir con quién se va pactar, sino demostrar que se cuenta con un proyecto, y advirtió de que no «se cierra» a hablar con nadie. A la pregunta de si contaría con el independentismo igual que recibió su apoyo en la moción de censura, Sánchez señaló que tampoco descarta «entenderse» con Ciudadanos, Podemos o el PP «en múltiples cuestiones». El presidente acusó a la oposición de querer aplicar «un 155 permanente» en Cataluña y dijo que sin Presupuestos no podía seguir. «Al final, los Presupuestos lo son todo», aseguró.
Ayer, tras la reunión de la Ejecutiva presidida por Pedro Sánchez, su secretario de Organización y ministro de Fomento, José Luis Ábalos, aseguraba que el PSOE está «más movilizado que nunca, con un relato nítido, con el sentimiento de haber hecho un buen trabajo». Fue el momento de calentar motores y hoy el pistoletazo de salida porque los socialistas presentan su campaña electoral. «Si alguien pensaba que todo lo que ha pasado en estos días es una improvisación, mañana –por hoy– se darán cuenta de su equivocación», apuntan fuentes de la sala de máquinas del PSOE. Una campaña que presentará a los socialistas como el «partido moderado y progresista», alejado de los extremos, la derecha y los independentistas.
Fuentes socialistas recuerdan que el presidente «lleva varias semanas con mítines por toda España explicando el proyecto, explicando los presupuestos, en palabras de Ábalos no aprobados por «intereses espurios», mientras que los adversarios se han dedicado a erosionar y ahora han quedado en evidencia». El presidente desde enero ha hecho mítines en Euskadi, Cataluña, Andalucía, Extremadura, Valencia, Castilla y León, Canarias, Cantabria, Aragón y Madrid, un recorrido que se acentuará hasta el 28 de abril.
Este núcleo duro se reunió antes de la Ejecutiva federal. Además del presidente y de Ábalos, también estaban Santos Cerdán y Paco Salazar, los organizadores de las campañas desde Ferraz, la vicepresidenta del partido, Carmen Calvo, la responsable de prensa y comunicación del partido, Maritcha Ruiz Mateos, e Iván Redondo, el jefe de gabinete del presidente. El presidente exhortó a los reunidos a cerrar filas «ante los ataques de la derecha y de los independentistas». Según ha sabido LA RAZÓN, en la reunión se analizaron los duros ataques que ha recibido el Gobierno y el partido en este último fin de semana tras la convocatoria electoral, ataques que no van a cesar ni a minimizarse por lo que «el presidente nos exhortó a cerrar filas, porque está convencido que, si el partido permanece unido y actúa de forma conjunta, podemos romper los techos de las encuestas».
«Doce apóstoles»
A nadie se le escapa que las críticas también serán internas. El grupo parlamentario actual quedará diezmado en las listas para el 28-A. Hay que recordar que Sánchez cuando presentó su dimisión apenas contaba con un grupo de fieles: «Los doce apóstoles». Este grupo ha aumentado en los últimos meses, pero algunos diputados ya están recogiendo sus enseres personales porque no van a repetir. Sánchez va a hacer «por primera vez, unas listas renovadas», que tienen un solo objetivo: «La idea de consolidar y configurar un proyecto nítidamente socialista», como afirmó Ábalos.
Hasta ahora, el PSOE está marcando la campaña en tres vertientes. Una, el PP, «la derecha que aspira a configurar una triple alianza como en Andalucía»; la segunda, Ciudadanos, al que acusan de escorar su discurso a la extrema derecha porque «le cuesta menos hacerlos –los pactos– con los extremistas de derechas», y, en tercer lugar, a los independentistas que «han tensado la cuerda hasta romperla por primar más su rivalidad que las posibles soluciones». La actitud de Ciudadanos de no querer pactar con el PSOE fue recibida por los estrategas socialistas como una buena noticia «es un error de primer nivel. Han renunciado al centro». Y les reafirma en su objetivo de buscar a este electorado «que ha quedado huérfano por la deriva del PP y Ciudadanos», y el voto útil en Cataluña «porque el PSOE es la única opción para los catalanes que apuestan por bajar la tensión y encontrar alguna solución». En definitiva, el PSOE se presentará en estas elecciones como el partido del «cambio y la ilusión, de proyecto en positivo, muy alejado de esa crispación que algunos intencionadamente han querido fabricar», es decir, el partido moderado y progresista.
Con este menú, hoy los socialistas presentan su campaña basada en el este binomio de moderación y progresismo con la intención de captar el centro. Un voto de los decepcionados con Casado y Rivera y de independentistas que prefieren en España un gobierno socialista antes que la alianza «a la andaluza». Quizás, como aperitivo, la pasada semana el PSC animó en las redes sociales con un cartel en el que se podía ver a Rivera, Casado y Abascal bajo el lema «si tú no vas, ellos vuelven», todo un «remake» del eslogan que llevó a los socialistas catalanes a una gran victoria –25 de 41 diputados– en las generales de 2008 bajo el liderazgo de la malograda Carme Chacón.
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