«Santi Potros» ya no está en Lasarte

«Buenas tardes, ¿podría hablar con Santiago?», pregunté ayer a Pilar Arrospide, quien me abrió la puerta del primer piso, letra D, de la calle Rivera número cinco de Lasarte, el domicilio que «Santi Potros» dejó para su localización al ser excarcelado de la cárcel de Villena, en Alicante. «No está», me contestó antes de cuestionarse quién sería esa persona que quería hablar con su hermano. «¿Pero vive aquí, con usted, no?». La segunda pregunta disparó las alarmas de la señora menuda que había abierto la puerta de su casa, envuelta en una bata, a una desconocida. «No sé». El que no dijera sí o no dejaba claro que tenía algo que ocultar, pero la conversación se zanjó así y en esa casa no había nadie más que se interesara por quien había llamado a la puerta.

Podía ser que «Santi Potros» estuviera fuera de casa, en un precioso día primaveral, sin rastro de las brumas propias de Lasarte, sobre todo porque lo que hacen en ese municipio los etarras que vuelven a casa tras cumplir sus condenas es pasear «por el monte». Sin embargo, uno de los muchos vecinos con los que hablé ayer, en concreto un señor que entró en el portal número seis de la plaza Isla, a la que da la fachada principal de la casa en la que vive Pilar Arrospide, me confirmó tajante que en estos momentos «Santi Potros» «no vive en casa de su hermana y no le doy más explicaciones».

Dado el poco interés de cualquier persona de la localidad de Lasarte en meterse en la vida de quien fuera jefe del «aparato militar» de la banda terrorista ETA, su testimonio escurridizo parecía creíble. No obstante, hasta que dos personas más, vecinas del número cinco de la calle Rivera, nos confirmaron que «Santi Potros» no está ya en casa de su hermana, no tuvimos la certeza de que el terrorista que podría tener que reingresar en prisión para cumplir los diez años de condena que le fueron descontados indebidamente, según el fallo del Tribunal Supremo del martes, ha abandonado Lasarte.

Podría cruzar la frontera

Dado que todavía es libre y que lo seguirá siendo hasta que el Tribunal Supremo estudie los recursos del fiscal a su excarcelación, a Santiago Arrospide Sarasola no le habría supuesto ningún problema pasar la frontera francesa, situada a menos de treinta kilómetros de Lasarte, como hiciera hace ya muchos años, en una situación similar, otro dirigente etarra, «Josu Ternera», quien también tuvo tiempo de planificar su fuga y que todavía hoy sigue huido de la justicia.

«Santi Potros» tuvo desde que fue excarcelado, hace cinco semanas, la sensación de que la decisión judicial que descontaba de su tiempo efectivo de cumplimiento en prisión los diez años que permaneció preso en Francia podía ser reversible. Por este motivo, evitó recibimientos en Lasarte y mantuvo una vida discreta, arropado en todo momento por su hermana. En estas cinco semanas, únicamente uno de los más de veinte vecinos de Lasarte con los que hablamos ayer lo había visto personalmente.

Fue hace tres semanas en los soportales a los que da la entrada al edificio en el que vive su hermana. Otros refieren que saben que se le ha visto una vez cerca del Ayuntamiento. Pocas referencias, cuando en la mayoría de los casos, los etarras que vuelven a sus localidades natales después de cumplir sus penas de prisión se mueven habitualmente con toda soltura arropados por quienes siempre les han apoyado.

Aunque Lasarte no es un pueblo demasiado grande, esas personas que apoyan a la banda terrorista se mueven habitualmente por una zona muy delimitada, cerca del Ayuntamiento, mientras que la casa en la que vive Pilar Arrospide está en la parte española del municipio. Allí se puede ver un local con el letrero «Peña taurina Palomo Linares» o incluso una pintada de «Viva España», algo difícil de creer en una localidad que se encuentra gobernada por los proetarras.

Se trata de una zona en la que muy pocos ciudadanos podrían reconocer a «Santi Potros» aunque se hubieran cruzado con él, según se desprende del testimonio de varios vecinos. «No le conozco», repetían el fontanero que tenía un taller en los bajos del edifico, en la zona del río Oria, el albañil que trabajaba en la reparación de la fachada, el carrocero que arreglaba coches bajo la ventana en la que ha dormido durante una temporada «Santi Potros» y también el matrimonio de jubilados que ha instalado en esos mismos locales su «txoko» particular.

«No lo he visto nunca», decían en el bar Zumaburu y en el Serrano, a escasos metros de su domicilio, donde nos repitieron el mismo comentario que nos hicieron en una visita anterior a Lasarte en otro bar de la zona. «Aquí no va a aparecer», ellos toman vinos por Euskadi. Ya sabemos la zona donde sí le conocen y le protegen.

Sus amigos echan a los periodistas

Al grito de «¡ospa!», que significa en castellano «¡fuera, largo!», los amigos del terrorista «Santi Potros» me echaron ayer del bar Gure Etxea, el que suelen frecuentar en la localidad de Lasarte los proetarras. Después de preguntar en la barra del local si Santiago Arrospide tiene la costumbre de acudir allí, un joven con la estética habitual de los miembros de la izquierda abertzale se me enfrentó inmediatamente gritando que si había venido a por información me fuera a «tomar por el saco». «¡Ospa!», me repetía una y otra vez acosándome hacia la puerta. No se me ocurrió comentar el incidente al policía municipal que, a sólo unos pasos de allí, recibía a los visitantes del Ayuntamiento. Acababa de hablar con él y había protegido a «Santi Potros». «Si está o no ahora en Lasarte no es algo de interés público», me dijo.

Los plazos

- La Fiscalía de la Audiencia Nacional esperará a que el Tribunal Supremo resuelva los recursos presentados contra las excarcelaciones de los etarras Santiago Arrospide Sarasola, «Santi Potros», cerebro del atentado de Hipercor, y Alberto Plazaola para decidir si pide su ingreso en prisión.

- El reingreso en prisión de estos dos etarras, que fueron excarcelados el pasado 4 de diciembre, no será automático, a pesar de que el alto tribunal acordó este martes con criterio general que las condenas cumplidas en Francia o en cualquier otro país de la UE no deben ser restadas a las impuestas en España, lo que impedirá rebajar a los cerca de 80 presos etarras los periodos de reclusión que han pasado en cárceles francesas.

- La decisión del TS afecta exclusivamente al etarra Kepa Pikabea Ugalde, al que la Audiencia Nacional rechazó descontar una condena de 10 años cumplida en Francia, y que es necesario que el alto tribunal se pronuncie expresamente sobre los casos de «Santi Potros» y Plazaola.

- En caso de que el TS resuelva revocar los autos de la Sección Primera de la Sala de lo Penal, la Sala deberá solicitar a Instituciones Penitenciarias la realización de una nueva liquidación de sus condenas en el caso de que no se tengan en cuenta los periodos de reclusión cumplidos en Francia.