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Susana Díaz impuso la salida a Pérez Rubalcaba
La presidenta andaluza quiere tomar el control del partido
El número uno de los socialistas convoca un congreso extraordinario el 18,19 y 20 de julio para elegir sucesor. Reconoce «los malos resultados sin paliativos». La presidenta andaluza quiere optar a ser la secretaria general. Deja con pocas posibilidades a los aspirantes Chacón y Madina, que pedían convocar primarias abiertas
Rubalcaba disfrutó mucho el sábado por la noche. El Real Madrid de sus entretelas ganó la «Champions» de forma épica ante el Atlético. Los rojiblancos perdieron el partido en el último suspiro, cuando Sergio Ramos perforó la portería ya con el tiempo agotado. Fue una derrota cruel para los atléticos. Muy similar a la derrota del secretario general del PSOE. También fue cruel. En el último minuto. Las encuestas, encargadas por el PSOE, daban un empate técnico con el PP. Los dos obtendrían 19 diputados. Incluso mejor, daban la victoria a los socialistas por 1,6 puntos, como explican personas conocedoras de estas encuestas. La empresa demoscópica de toda confianza. También la utilizaba un medio de comunicación. Todo cambió a última hora y el PSOE sufrió su peor derrota en años. Aumentó la participación y una parte –importante– del electorado socialista acudió a las urnas. Pero esta vez su opción no era el PSOE. Nunca los resultados fueron tan malos. En el último minuto se pasó de salvar los muebles al terremoto. De seguir al frente a presentar la renuncia de forma irrevocable. La política de oposición blanda al PP no había dado sus frutos. Al contrario, acabó con su liderazgo. Las palabras de Felipe sobre el gobierno de coalición fueron la puntilla para quien se negó a un relevo generacional hace dos años en el XXXVIII Congreso Federal.
La noche electoral Rubalcaba se mantuvo en silencio. No salió a valorar los resultados y dejó que lo hicieran la candidata, Elena Valenciano, y el secretario de organización, Óscar López. Se quedó en el refugio de los pisos superiores de Ferraz. Haciendo llamadas. Habló con diversos barones. También con Felipe González que apuntan que «le aconsejó que hiciera caso a la líder andaluza». Y, sobre todo, habló con Susana Díaz, la líder andaluza, la presidenta de la Junta y secretaria general de la mayor federación socialista de España. Dicho sea de paso, la única que había obtenido una abultada victoria sobre los populares. La única que había superado la prueba con nota. Habló con todos y tomó una decisión, o le aconsejaron una decisión. Diversas fuentes socialistas no tienen ninguna duda: «Susana Díaz ha impuesto la salida de Rubalcaba. El congreso extraordinario», y añaden: «Es intuitiva y no ha dejado pasar la oportunidad. ¿Alguien piensa que dejaría que decidieran sobre ella? Ha optado por lo contrario, decidir ella».
Unos hablan de «salida de lógica orgánica», otros de que «Susana Díaz se ha cobrado su pieza a los que le hicieron –al que le hizo– la vida imposible antes y después del congreso de Sevilla», y algunos más son simplemente malpensados: «No es una mala solución para Alfredo. Un congreso encumbrará a un secretario general que no será Carme Chacón. Si fuera Carme, sería como reconocer que su elección fue un error. Eso es lo último». La pieza que se ha cobrado Díaz ha sido el secretario general. Pero también se ha cobrado otras. La candidata Valenciano, que en breve hará las maletas para Bruselas; Oscar López, el secretario de organización que tendrá que batirse el cobre en primarias con el diputado Julio Villarubia; y el propio Eduardo Madina, el candidato in péctore a las primarias que estaba tejiendo una telaraña con el apoyo del aparato de Rubalcaba. Valenciano era su principal valedora. De hecho, en plena campaña electoral, ella impuso en el acto de Euskadi la intervención de Madina. No estaba prevista y Patxi López tuvo que aceptarla. Todos estos desaparecerán de un plumazo.
El congreso extraordinario tiene otros efectos colaterales. Evita que Chacón sea la nueva secretaria general. Este cargo no es para otra persona que para Susana Díaz, que, además, evita unas primarias inmediatas –y abiertas como las solicitadas por Chacón– a las que la presidenta de la Junta no podría presentarse. Otra cosa es afirmar que Díaz convocará primarias y se presentará, una vez sea secretaria general. Aquí también hay versiones para todos los gustos. Hay quien afirma categórico que la dirigente andaluza no las convocará o que lo hará al estilo andaluz, o sea, ella la única candidata. Hay quien afirma lo contrario. Que convocará primarias con alguno de sus apadrinados.
El ovillo está por desenredar. Díaz dará hoy su versión de los hechos y empezará a mover sus piezas. No sólo está en juego la nueva dirección que, seguramente, contará con el beneplácito de los líderes territoriales, que no están para fuegos de artificio, sino que también estará sobre la mesa la nueva dirección del grupo parlamentario. Empiezan a hacerse quinielas. Destacan Pedro Sánchez –un candidato a primarias- y Ximo Puig –secretario de los socialistas valencianos–, que podría tener una tribuna excepcional en la dirección del grupo ante las elecciones del próximo año. Un grupo que contará con un diputado de lujo, Alfredo Pérez Rubalcaba. «Hará lo mismo que hizo Felipe. No irá pero ocupará escaño», apunta un compañero de bancada.
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