Tribunales
Urdangarín, contra el «efecto» Torres
El duque de Palma declara hoy ante el juez, por segunda vez en un año, en la recta final de la investigación del «caso Nóos»
Cuando todavía no se ha apagado el eco mediático de la declaración judicial de Diego Torres de hace una semana, Iñaki Urdangarín comparece hoy por segunda vez ante el juez de Palma de Mallorca José Castro, que investiga el supuesto desvío de 5,8 millones de fondos públicos a través del Instituto Nóos entre 2004 y 2007. El año pasado, por estas mismas fechas, su declaración se prolongó durante todo el fin de semana (hasta bien entrada la madrugada del lunes), aunque esta vez será distinto, pues únicamente se le interrogará en relación a los hechos nuevos que se han puesto de manifiesto en la investigación desde entonces. Pero su testimonio es, ahora, incluso más determinante.
Más allá de las ráfagas de correos elecrónicos de Torres contra la Casa Real, nada más concluir su interrogatorio, fuentes de la investigación tenían muy claro quiénes eran los principales damnificados de las ocho horas del ex profesor de Esade ante el magistrado. «Los que han salido peor parados son Iñaki Urdangarín y Diego Torres», aseguraban sin un atisbo de duda. Según esas mismas fuentes, algunos correos aportados por su ex socio demuestran que el duque de Palma estuvo vinculado al Instituto Nóos más allá de marzo de 2006 (cuando la Casa Real le habría instado a apartarse de esta asociación), «hasta mediados de 2008». En cuanto a Torres, sus intentos de diluir su responsabilidad parapetándose en que las actividades de Nóos fueron supervisadas por la Casa Real –argumentan– no aligeran en ningún caso ni un gramo las imputaciones que pesan sobre él.
Urdangarín deberá hacer frente a la reciente imputación de tres delitos fiscales: uno en relación al impuesto de Sociedades de 2007 del Instituto Nóos y otros dos por sus declaraciones de la renta de 2007 y 2008. El fiscal Anticorrupción Pedro Horrach cree que facturó a través de Aizoon, la sociedad que comparte al 50% con la Infanta Cristina, retribuciones que percibió de empresas privadas de las que era consejero o asesor. Del mismo modo, tendrá que justificar el convenio firmado con Madrid 2016 (por el que su fundación recibió 120.000 euros en dos años sin que haya constancia documental de los servicios prestados).
El duque de Palma también intentará rebatir los testimonios que le sitúan en el Instituto Nóos hasta 2008. Se trata de determinar si, como declaró el empresario Miguel Zorío, Urdangarín seguía dirigiendo la asociación sin ánimo de lucro cuando se firmó con la Generalitat Valenciana un convenio para poner en marcha el proyecto de unos Juegos Europeos (por los que Nóos ingresó 382.000 euros, pese a que nunca se celebraron) en la Ciudad del Turia.
Otra de las cuestiones que deberá aclarar el duque de Palma es la del supuesto cobro de 142.200 euros a través de una cuenta suiza que, según el juez, «habría utilizado para recibir de forma oculta fondos procedentes de la sustracción de fondos públicos en España», en este caso en relación con diversos proyectos desarrollados para Agval (Aguas de Valencia, S. A.). En su declaración de hace un año, el duque de Palma explicó al instructor que se limitó a poner en contacto a un empresario jordano, Manssour Tabaa, con Agval y que el número de cuenta que facilitó su secretaria, Julita Cuquerella, a esta sociedad (en una nota manuscrita incorporada al sumario) sólo pretendía que pagaran al empresario su trabajo de búsqueda de inversores internacionales. Esta versión, sin embargo, ha sido desmentida por varios imputados.
Anticorrupción también duda, a la luz de los diferentes testimonios prestados en los últimos meses en la causa, de la justificación que dio Urdangarín al cobro de 300.000 euros en participaciones en diversas sociedades que no recordaba y que atribuyó a labores de asesoramiento prestadas a Domingo Díaz de Mera, ex presidente de la Liga Profesional de Balonmano, como responsable de Global Consulting Partner. «Eran asesorías verbales sobre cuestiones muy diversas», explicó hace ya un año el yerno del Rey al juez, añadiendo que fue Díaz de Mera quien le propuso pagarle «a través de un contrato de cuenta en participación», como finalmente se hizo.
La Fiscalía cree que el duque de Palma habría recurrido a este artificio para enmascarar otras retribuciones.
El menú «urdanga» vuelve a Palma
Negocio, negocio, negocio. Sin duda alguna, ésa es la idea que le ronda a más de uno cuando piensa en la declaración del duque de Palma, Iñaki Urdangarín. Vecinos y comerciantes de la zona harán su particular agosto precisamente hoy, en pleno frío invernal. Tanto es así que, para atraer a los 200 medios acreditados, los bares de los aledaños han recuperado el ya conocido menú «Urdanga». Irresistible para los periodistas que apenas si tienen un minuto para recuperar el ánimo.
Pero no serán los únicos que sacarán tajada de la beneficiosa «visita» de Iñaki Urdangarín.
Desde hace algún tiempo los balcones que dan justo a los juzgados tienen ya dueño. Poco importa que el precio pagado sea desorbitado. Las cámaras ya están listas y colocadas para no perderse detalle de los movimientos del duque, que aún no está confirmado que baje por la rampa como la última vez. No faltaban tampoco los carteles con la imagen de Urdangarín bajo el epígrafe de corrupción y la llamada a manifestarse hoy. Así, está prevista la llegada de una brigada de apoyo policial por lo que pueda pasar. Y un último aviso a navegantes, es decir, curiosos: no aparcar en la zona, aviso de grúa desde las 6 horas hasta medianoche.
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