Después de unos años con graves problemas de liquidez, sin trabajo y con el corazón roto tras su separación de Edmundo Arrocet, la matriarca de la saga Campos, resurge de sus cenizas en medio de la grave crisis que sacude a nuestro país debido al Covid-19.

Si algo define a la popular periodista malagueña es que no es una mujer que se de fácilmente por vencida. A sus 79 años recién cumplidos, la presentadora ha dejado claro que no está acabada en absoluto. Después de un 2019 aciago, en el que a su ruptura sentimental se sumó el fin de su contrato laboral con Telecinco, parecía incapaz de levantar cabeza. Pero nada más lejos de la realidad.

El bajón anímico que le provocó saber que Paolo Vasile, consejero delegado de Mediaset, no contaba con ella para ningún proyecto televisivo y tras ser rechazadas sus propuestas en otras cadenas, no le ha impedido lanzarse en otras plataformas mediáticas.

El jueves 11 de junio de 2020, la malagueña se estrenó como youtuber con su propio programa “Enredadas en la red”. Un programa de salud y belleza en el que estaba acompañada por una de sus mejores amigas: Meli Camacho, colaboradora en “Que tiempo tan feliz”.

Aunque con pocos medios técnicos y económicos, el éxito de su primer programa, grabado en el salón de su casa, animó a la Campos a contratar a su hija Carmen como directora y a un realizador de televisión. Unas semanas después de su estreno, Maria Teresa decidió cambiar el nombre del programa y prescindir de su compañera de proyecto, buscando profesionalizar el espacio y dotarlo de contenidos más atractivos.

Al mismo tiempo, consciente de la importancia de captar al público más joven, la veterana periodista se ha animado a tener presencia en las redes sociales y se ha estrenado en Instagram. Todo ello, con el objetivo de potenciar su programa en la conocida plataforma de vídeos y ganar seguidores.

La que fuera reina de las mañanas es consciente que su público potencial, de target más senior, no es el consumidor habitual de la red y se ha propuesto conquistar a los “millenials”. Está claro que lejos de amilanarse, la crisis del coronavirus ha servido a María Teresa Campos para reinventarse y sorprender a todos con su faceta digital.

A su éxito en YouTube se une la millonaria venta de su mansión que ha saneado sus cuentas.

Después de 5 años tratando de vender su vivienda de Molino de la Hoz, y tras una considerable rebaja del precio inicial, la presentadora ha logrado cerrar un acuerdo por un precio de venta superior a los 3 millones de euros.

El año pasado ya había vendido una de las dos viviendas que poseía en Málaga para hacer frente a sus elevados gastos mensuales, tras quedarse sin trabajo. Pero, no ha sido hasta que ha vendido su mansión madrileña cuando la presentadora ha respirado tranquila.

Los más de tres millones de euros que ha obtenido con la venta de su chalet permitirán a Maria Teresa vivir desahogadamente sin tener que preocuparse en el futuro. En sus planes está mudarse a Aravaca o Pozuelo de Alarcón, cerca de sus dos hijas, Terelu y Carmen, a una casa adaptada a sus necesidades y que no conlleve tantos gastos.