Carlos Baute: «Me inyecto ozono una vez al mes»

– «En el buzón de tu corazón». ¿Prefiere el buzón tradicional o...?

–Me quedo con el digital. Se ahorra mucho papel, se talan menos árboles.

–Es romántico, ¿no echa de menos las cartas de amor de puño y letra?

–Todavía se las escribo a mi esposa. Esas cartas tienen más de uno mismo y perviven en el tiempo. Se pueden acariciar y besar.

–Canta «Yo quisiera amar como los sabios». ¿Cómo aman los sabios?

–Se supone que ellos deberían saber amar sin sufrir, pero creo que no es posible: siempre se sufre en el amor, aunque te vaya bien.

–No sé si es usted un hombre sabio...

–Sé un poquito de todo, pero no soy sabio. Soy muy curioso.

–¿Qué sabiduría quisiera alcanzar?

–La de la medicina. Saber cómo no enfermar me preocupa mucho.

–¿Qué hace para mantenerse sano y estirar la vida?

–Me inyecto ozono una vez al mes. Es oxigenar la sangre. Soy un fanático del doctor Cidón y de sus fórmulas antienvejecimiento.

–Canta «Te ruego perdón». ¿Quiénes deberían pedir perdón cada día?

–Los políticos, los corruptos, los que engañan al pueblo.

–¿Usted pide perdón por...?

–Por mis muchos errores. No me cuesta pedir perdón.

–«Intenta respetar». ¿Es un tipo respetuoso?

–Sí, mucho. Creo profundamente que hay que respetar a los que piensan distinto, las diferencias.

–«Espero no sientas rencor». ¿Contra el rencor...?

–La generosidad. A veces decimos que perdonamos y es mentira.

–«Cómo decir que no». ¿Le cuesta decir «no»?

–Mucho, y aprendí a decir no en España.

–¿Y eso?

–Antes yo estaba en una fiesta, alguien me pedía que le llevara a su casa, a 40 kilómetros de la mía, y le llevaba. Aquí aprendí a decir «toma un taxi, tío».

–«Por qué cambiaste de repente». ¿Sabe por qué las mujeres se empeñan en cambiar a los hombres?

–Es su obsesión. Mire, a la mujer hay que quererla sin tratar de entenderla.

–Como a la hermenéutica transformadora de la gravitación cuántica, ¿no?