
Pillados de nuevo
El nuevo escondite de Aitana y Miguel Bernardeau en su reconciliación
Sus citas eran furtivas hasta que se desveló que se habían dado una segunda oportunidad. Ahora tienen un nuevo nidito de amor

Mucho está dando que hablar la reconciliación de Aitana Ocaña y Miguel Bernardeau. El hecho de que hayan decidido probar de nuevo suerte como pareja, después de haber roto y salido con otras personas, les convierte en los personajes del momento. Son los más buscados desde que las primeras fotografías que confirmaban su regreso diesen el salto al kiosco rosa. El revuelo fue mayúsculo y se buscó con ansias las declaraciones de los protagonistas. El actor lo confirmó con una sonrisa, mientras que la cantante no se ha tomado muy bien la atención mediática y ha terminado estallando para acallar los rumores que le adjudican tres novios en poco más de dos semanas. Ana Duato, la madre del intérprete, también parece feliz, aunque no es el caso de Sebastián Yatra, que también ha reaccionado a la noticia bomba. Así, entre tanta expectación, los tortolitos buscan un lugar en el que refugiarse y poder recuperar el tiempo perdido este tiempo que han estado separados. Se ha desvelado su otro ‘nidito de amor’.

Desde que todos saben que han vuelto a disfrutar de tiempo de ocio juntos y noches de pasión, se les complica la tarea de ocultar sus pasos. Así, los que han sido hasta ahora sus refugios para esconder su amor es también el lugar en el que hacen guardia los paparazzi en busca de material jugoso con el que amenizar las revistas de los miércoles. Así, han querido probar suerte en el nuevo piso que posee en Madrid, donde se les ha visto por última vez. “Forma parte de un edificio en forma de flor en el que cada pétalo es una vivienda, sumando un total de 51”, destacan desde ‘Look’ cómo esta construcción goza de reconocimiento por el COAM desde el 2022 por sus peculiaridades arquitectónicas.
En el caso de Miguel Bernardeau, ocupa una de los últimos pisos, como así se ha podido comprobar gracias a las fotografías que él mismo ha compartido en sus redes sociales para presumir de impresionantes vistas. Poder ver el horizonte desde su privilegiada posición puede ser un plus a tener en cuenta, pero también lo es que el edificio cuente con su piscina comunitaria, en la que seguramente será difícil ver a los protagonistas darse un chapuzón. Son tan meticulosos a la hora de mantener las miradas indiscretas alejadas de sus pasos que resultaría complicado que se expongan de tal manera, aunque sea tan solo a ojos de sus vecinos. Aun así, otro de los puntos fuertes de la vivienda es que se ha cuidado al máximo cada detalle para hacerlo sostenible y respetuoso con el medio ambiente. De ahí, por ejemplo, que se hayan preinstalado centrales de carga en los garajes, ante la previsión de que los vecinos confiaran en coches eléctricos como una alternativa verde de transporte.

No obstante, por el momento Aitana está salvando las distancias desde su casa a la de su novio con su propio vehículo o a bordo de una furgoneta con chófer. Ya ha sido inmortalizada en la entrada del edificio haciendo su correspondiente visita a Miguel Bernardeau al que se ha convertido en su nuevo escondite predilecto. Uno ya descubierto por la prensa, pero poco o nada pueden hacer ahora, más que aprovechar el tiempo. Llevaban dos años separados, rehaciendo sus vidas y probando suerte en el amor con otras personas, pero finalmente han entendido que están hecho el uno para el otro. Al menos sí que desean intentarlo una vez más, para comprobar si se precipitaron al decirse adiós y lo suyo tiene opciones de éxito.
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