La «gringa» que no pudo tener Chávez

Levantaba pasiones del mismo modo que aversiones. Seductor, halagador, fogoso... No faltan atributos para Chávez, el donjuán, ése que según los medios de su país, «dejaba una falda alborotada en cada lugar que visitaba». Desde su fallecimiento, el pasado martes, no han cesado los rumores de cuantos amoríos tuvo el mandatario venezolano. Aunque de la leyenda a la realidad siempre hay un abismo, no faltan nombres en su lista de conquistas: desde sus dos esposas, pasando por diferentes amantes patrias, hasta estrellas del celuloide hollywoodiense. Se le ha relacionado con modelos, cantantes, misses y, hasta con un travesti brasileño pero... ¿quién fue capaz de resistírsele?

Por lo visto, la reputada presentadora estadounidense Bárbara Walters. La primera y última periodista americana a quien concedió una entrevista, y no precisamente porque entre ambos saltaran chispas. Según cuentan los diarios latinoamericanos, Chávez utilizó todas sus armas de galán para seducir a Walters –veintitantos años mayor que él–, aunque, al parecer, no consiguió cortejarla. «Tuve una sensación muy extraña al conocerle. Era difícil de comprender que ese hombre que era tan simpático, acogedor y amigable, fuera el mismo que acababa de llamar diablo al entonces presidente George Bush», afirmó Walters en el programa de Piers Morgan en la misma cadena. Vendida como la entrevista más intimista y sentimental del líder venezolano, su emisión no estuvo exenta de polémica porque, pese a no caer en sus garras, la reportera fue criticada en EE UU por declarar que era «apasionado», «digno», «señorial», «inteligente»...

Y, sin complejo alguno, volvió a decirlo el pasado miércoles. Así, mientras las «celebrities» más excéntricas de la fábrica de los sueños se apresuraron a rendirle tributo tras su muerte –Sean Penn, M.I.A, Courtney Love y Oliver Stone, entre otros–, en la otra costa del continente americano, la conocida periodista de la cadena de televisión ABCc, recordaba la controvertida reunión que mantuvo con él en 2007: «Puede ser cautivador. Quiero decir: no es el hombre más tractivo del mundo físicamente pero fue un gran anfitrión, fascinante, afable, cercano...», confesó, al tiempo que explicaba que durante su periplo venezolano pasó verdadero miedo. Y es que no todo fue coser y cantar, también hubo momentos de tensión cuando «nos recordó cuánto petróleo proporciona Venezuela a Estados Unidos, como dejando caer la amenaza implícita de que podría cerrarnos el grifo».

En el vídeo es posible ver a un Hugo Chávez seguro de sí mismo, carente de complejos y astuto, intentando conquistar con dotes poéticas a una cómplice Walters. Sin embargo, haciendo memoria, la reportera recuerda cómo éste trataba de presentarse como un mártir: «Podía ser encantador pero esa faceta de vulnerable... quejándose sobre que había estado casado dos veces pero que ya no tenía tiempo para relaciones porque estaba casado con su país». Es posible que fuera una cabalista artimaña más pero lo cierto es que el país estuvo los últimos nueve años sin una primera dama, es más, la hija mayor de Chávez ejercía como tal.

Pese a su entrega con la revolución, los periodistas de su país aseguran que «las mujeres eran su verdadera debilidad». Y el comandante se encargaba de dar buena muestra de ello allí a donde iba. Sólo hay que echar la vista atrás y recordar cuando consiguió meterse en el bolsillo a la mismísima reina de Inglaterra. La agarró del brazo y se la llevó a caminar. «Es mucho más encantador en persona que cuando lo oyes hablar», comentó Walters. ¿Pensaría lo mismo Isabel II?