Pasarelas

Lo último en el «print» floral

Un diseño de Moschino
Un diseño de Moschinolarazon

El «print» floral vuelve un verano más a nuestros armarios. Es un básico que no pasa de moda y que resurge tanto en primavera como en verano. Se combinan con un mix de estampados o bien con una discreta base de flores. Moschino presenta para esta temporada una colección devida, llena de motivos primaverales multicolor con aires retro. Uno de los «musts» es su vestido de corte años 60 con margaritas 3D. La mezcla del rosa, azul o verde del fondo toman protagonismo dentro de esta firma italiana caracterizada precisamente por sus peculiares dibujos. Ahora tocan flores, pero os avanzo que para invierno regresan con fuerza los topos en blanco y negro. El diseñador Zac Posen se impone al verano con vestidos vaporosos, de corte en la cintura, con un toque femenino y muy sexy, que recuerda a los veranos en la Toscana. Estampados de flores «liberty» o con flores en rojo. Isabel Marant apuesta por el tropical en blanco y negro o en rojo, que podemos ver en «shorts», con cuerpos con el ombligo al aire (otra de las tendencias del verano) y pantalones de todo tipo de patrones. El uso de este tipo de «print» también se hace fuerte en la ropa masculina. Es cierto que en un principio pueden resultar algo rehacios, ya que las flores se suelen relacionar con las mujeres, pero si se combinan correctamente los hombres podéis saliros de la monotonía dando un toque de color y elegancia. No solamente estas prendas están de moda, las bailarinas o las típicas espardeñas se hacen eco de esta tendencia al igual que la ropa de casa y las vajillas, tal y como se muestran en los escaparates de Zara Home. Empieza el verano y qué mejor manera que hacerlo con un llamamiento a la naturaleza. El «total look» floreado puede resultar excesivo y, como todo en la vida, hay que combinarlo con moderación y con prendas de un solo color, ya que una cosa es ir floreada y otra cosa es parecer una flor.

Lo más «in»

El que no pasa de moda: piezas florales bordadas en negro, con 2.300 horas de trabajo en total, que dan como resultado un Mantón de Manila de Loewe (en la imagen). Inspirado con motivos tradicionales del siglo XVIII, se teje a mano en el taller sevillano Carrera Iglesias, exactamente igual a como se hacía hace 500 años.

Fiona Ferrer Leoni

Empresaria de moda

blog.hola.com/fionaferrer/

@FIONAFERRER