Despidos en las empresas públicas

La Junta de Andalucía ha creado un problema y ahora no sabe cómo resolverlo. O sí: señalando con el dedo al Gobierno central. Eso es precisamente lo que quiere hacer con el personal laboral de las agencias públicas empresariales, entes sobredimensionados de trabajadores que ahora tendrán que ajustarse a la nueva realidad económica de la comunidad. Y lo harán por la vía más difícil: a través de la disminución de las transferencias que reciben del Gobierno en los Presupuestos de la comunidad, lo que acabará en EREs o reducciones salariales.

Serán los entes autónomos los que tendrán que reducir sus plantillas. No será fácil, porque el bipartito se ha esmerado en crear la falsa apariencia de que Andalucía estaba ajena a los recortes, impulsados en exclusiva por el Gobierno central. Muchos se creyeron esas proclamas y ahora no facilitarán la tarea. Se sienten engañados por el discurso que unió a PSOE e IU. Pero la realidad es tozuda. En la propia administración autonómica saben que muchas de las agencias podrían realizar el mismo trabajo con la mitad de trabajadores. Hay funcionarios a los que directamente se les han usurpado funciones. Sus puestos de trabajo están vacíos de contenido. La consejera de Hacienda y Administración Pública, Carmen Martínez Aguayo, recurrió ayer a un eufemismo tras otro para no hablar con claridad: si no hay dinero para pagar servicios sociales, no se puede gastar en pagar las nóminas de empleados para los que no hay ocupación.