Elecciones generales
Valcarce la delegada bipolar
Cualquier ocasión es buena para hacer campaña política, sobre todo si se da la oportunidad de hacerse una foto en la inauguración de una obra y, después, se puede criticar a la administración que la ha acometido. Este caso se cumplió ayer con la Delegada del Gobierno durante una visita a Madrid Río.
Amparo Valcarce, que acompañó al alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, a la apertura del Salón de Pinos y los nuevos jardines de la Ermita de la Virgen del Puerto, coincidió durante su discurso en presencia del primer edil en que Madrid Río «es ya una seña de identidad de los madrileños, un símbolo de Madrid».
La instantánea a apenas dos meses de los comicios estaba servida. Varios miembros de la corporación municipal recorrieron junto a la delegada y el alcalde las nuevas zonas verdes, unas pistas deportivas y pasearon por la margen derecha del Manzanares. Durante su discurso Gallardón agradeció las aportaciones procedentes de fondos estatales y europeos y, ya con el acto concluido, fue cuando desapareció la delegada –que recordó la procedencia de la inversión para el parque– e hizo su entrada estelar la integrante de la candidatura de los socialistas a la Comunidad, ambas encarnadas en la misma mujer.
La presencia en este acto de la «número dos» de la lista a la Asamblea que lidera el socialista Tomás Gómez respondía que 12,8 millones de euros del presupuesto total de esta obra y con los que se han realizado las obras del entorno de la ermita y la plataforma peatonal y ciclista, salieron de las arcas del Estado a través de aportaciones dentro del Plan E.
Ante el alcalde la socialista había puesto la obra en el entorno del río como un ejemplo de «confianza, esfuerzo y perseverancia de todas las administraciones» y de que con «lealtad institucional todo es posible». Pero la anunciada «lealtad» desapareció del discurso de la delegada apenas minutos después, cuando Gallardón ya se había ido. «No sólo hay que hacer las obras»,m sino que hay que hacerlas «como se debe y en el tiempo en que se debe», criticó en declaraciones recogidas por Efe.
Como ocurría en la novela «El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde», la cercanía con las elecciones del 22-M y su entrada en la candidatura de los socialistas a la Comunidad lograba una vez más mostrar dos caras (la oficial y la partidista) de la delegada, que incluso se atrevió a añadir que la obra de Madrid Río ha sido «muchísimo más cara» porque se ha hecho en unos plazos marcados por las «urgencias electorales» de Gallardón.
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