Cataluña

Del pulso contra el PSC a los avisos para el PSOE

A Jordi Hereu no le importaría ahora mismo que le encasillaran como un rebelde dentro de la familia socialista. En el último año ha tenido que echar un pulso a la dirección del PSC, que no veía con buenos ojos su candidatura para las municipales debido a las fatales encuestas que le acompañan.

La Razón
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Hereu tuvo que convivir durante meses con los silencios de un José Montilla que evitó en incontables ocasiones manifestar su apoyo al alcalde. Se vio abocado a unas primarias contra Montserrat Tura que acabaron convirtiéndose en la mejor noticia que ha tenido durante cuatro erráticos años de un mandato caracterizado por gobernar en minoría. Pero es muy discutible que esto haya dado alas a Hereu. En verano de 2010, se transformó en el primer alcalde que obtuvo un suspenso en el barómetro municipal. El fiasco de la consulta sobre la reforma de la Diagonal, el escándalo del Hotel del Palau y la dimisión de la histórica concejal de Ciutat Vella, Itziar González, han ido pasando factura a la candidatura de Hereu. El alcalde ha abierto ahora una pugna con el PSOE, que tampoco pasar por su mejor momento. Quizá, su aspiración no es otra que ser un alma libre dentro de un partido que parece navegar a bordo del Titanic. Tan sólo faltan dos meses para la cita con las urnas y su remontada no se vislumbra.