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Seis dramas andaluces
- Un recorrido por la geografía andaluza muestra una sociedad afectada por grandes problemas estructurales en el mundo del trabajo y la educación. - Afrontan el futuro con una actitud dispar: algunos creen que habrá una pronta recuperación económica, frente a otros que lo ven con desesperanza
EL FRAUDE DE LOS FALSOS ERE
«Nosotros somos los trabajadores honrados del ERE»
Los trabajadores de la empresa cárnica Primayor han visto cómo algunos se han beneficiado de los ERE falsos. Ahora ellos están sufriendo este escándalo de corrupción porque la empresa ha cerrado y, sin embargo, ellos han sido despedidos sin ningún tipo de contraprestación.
JAÉN- Hoy cumplen 251 días de protesta. La acampada de los142 trabajadores de la empresa cárnica Primayor, en Jaén, proclaman no rendirse hasta que alguien les dé explicaciones. O mejor, una recolocación. «En donde sea», «cualquier empleo», repiten casi como súplica. La sombra de la corrupción los salpicó de cerca y ahora protestan: «Nos han olvidado todos». La mancha oscura proviene de Juan Lanzas, el intermediario entre su empresa, en suspensión de pagos desde 2007, y la Junta de Andalucía. Lanzas es uno de los nombres clave en la trama de los falsos ERE andaluces. Y eso se paga caro. En los sucesivos cambios de nombre y de dueño de Primayor hubo presuntamente algún «intruso» que cobró indemnizaciones por ser despedido de un lugar en el que nunca trabajó. Lanzas, también jienense, era conocido como «el conseguidor» por su supuesta habilidad para obtener prejubilaciones fraudulentas. La empresa acabó en la ruina y sus operarios en la calle. José Luis Cobo, de 47 años, casado y con dos hijos, encabeza la protesta. Cobra 426 euros al mes:«Con eso no pueden afrontarse la casa, los estudios de los hijos». Apenas va a casa a descansar. «Conocemos perfectamente lo del ERE... Nosotros estamos mirados con lupa pero somos los honrados y ahora pagamos por ello», se enfada. «En otras empresas ha habido más intrusos... Mujer, suegro, primas... Una vergüenza», se lamenta Cobo.
El diputado socialista Gaspar Zarrías les prometió que lo tomaría como «un asunto personal». Pero no cambió nada. «Nos mintió», grita un compañero. El resto de responsables políticos hacen la vista gorda. «Nunca nos reciben y, si lo hacen, nadie sabe nada», critica Cobo apoyado por sus compañeros en la resistencia. Hay desempleados, con 54 años, que dicen haber perdido la esperanza.
El próximo martes les reciben en el Ayuntamiento. El PP venció en las últimas elecciones. "A ver si cambia algo", suspira.
EL PARO JUVENIL«Tengo títulos para empapelar el cuarto»
La tasa de paro juvenil en España es la más alta de Europa, alcanzando el 46,6%. En Andalucía, se incrementa esta media, convirtiéndose en una verdadera lacra que mantiene a miles de jóvenes (los últimos datos cifran en 580.000 el número de desempleados) sin expectativa de futuro.
Sevilla-Rocío Pérez Morales, de 31 años, no pierde la sonrisa a pesar de llevar dos años enlazando una oposición con otra. «Tengo títulos para empapelar el cuarto», bromea con cierto resquemor. Está en una bolsa de trabajo para entrar («algún día», suspira) en la Universidad de Sevilla. «Siempre estoy opositando». Estudió Historia del Arte y después fue becaria en varias bibliotecas. En las prácticas llegó a cobrar, como máximo, 600 euros. Ha hecho oposiciones «a casi todo». Todas ellas relacionadas con la biblioteconomía. «Tengo esperanza de que al final me llamen», se empeña en creer. «Hay que intentar mantenerse positiva», agrega con gracia genuina del sur.
A su lado, Antonio Guerrero, de 34 años, se muestra menos confiado, aunque también sueña. Trabajó nueve años como cristalero y le echaron, estando de baja, hace dos. «Me había salido soriasis por el estrés, me encontraba muy mal...», cuenta con tristeza. Acabó en los tribunales. «Aunque mi jefe nunca me pagó lo que me debía», se resigna mirando al suelo. «Se comprometió a pagarme 500 euros mensuales, pero nada...». Antonio se imagina a sí mismo con unos auriculares último diseño. Quiere desarrollar un programa musical de radio. De momento se conforma con estudiar Periodismo, llenando así el tiempo de hastío hasta la próxima llamada del Inem. «Veo negro mi futuro individual y negro el futuro de todos. No tengo confianza en que salgamos. «Acabaremos siendo chinos: trabajando 16 horas y cobrando apenas nada», pronostica abatido. «Pero quizás consiga hacer mi programa», declara.
LA AGRICULTURA EN LA ENCRUCIJADA«La sequía amenaza con destruir el sustento de los jienenses»
El paro en el campo andaluz supone 54.497 desempleados. Los pequeños agricultores, como los del olivar de Jaén, también sufren las competencias del mercado (tendrán que plantar árboles más rentables), agravadas este año por una terrible sequía
JAÉN- La provincia de Jaén es un gran olivar interrumpido por poblaciones. Aquí se recogen 650.000 toneladas de olivas, más de la mitad de lo que produce todo el país. La industria del aceite ha enriquecido a muchos. Pero la sequía de los últimos meses amenaza con destruir el sueño y el sustento de los jienenses. «Lo que está ocurriendo es criminal, tremendo. Estoy seguro de que no habrá cosecha el próximo año», augura Luis Carlos Valero, agricultor, dueño de una pequeña plantación y presidente de Asaja.
Las posibles pérdidas conviven con otros dos contratiempos recientes: la superproducción de las últimas cosechas (hay récord este año) y la recolección en otros puntos del planeta. Chile, Argentina o Australia se suman a las «amenazas» históricas de Marruecos y Portugal. Sus olivos centenarios están pasando a mejor vida. «Una lástima», resume. «Los estoy arrancando para plantar árboles nuevos, con otras características, más rentables...», claudica.
Todo se le junta al sector agrario. Los pocos olivos que sobreviven lo hacen gracias al riego de goteo. «La población de Jaén solía emigrar a Cataluña o Alemania. Ahora se vuelven a sus pueblos. El «boom» de la construcción y la hostelería explotó. Los jóvenes se quedaron sin nada». El sector sobrevive, prácticamente, gracias a las ayudas de la Unión Europea, un total de 300 millones de euros anuales. El calor es insoportable. Se esperan 29 grados. «Con el sol, el árbol se retuerce como un espino. Se paraliza», asegura. «Tendría que llover meses enteros para que podamos recuperar. Y eso no va a ocurrir», concluye.
EL PARO MÁS ALTO DE ESPAÑA«Si no fuera por mi madre y mi suegra... Ellas me dan un plato de comida»
El paro, la mayor preocupación de los españoles según la encuesta del CIS, ha afectado con dureza a Andalucía y especialmente a Barbate, donde las embarcaciones han tenido que echar las amarras por la falta de acuerdo con Marruecos. La tasa de paro en Andalucía es del 31,23% y Barbate ostenta el título de ser el pueblo con el mayor desempleo del país.
BARBATE (Cádiz)-Barbate lleva varios años arrastrando una fama que no le beneficia en nada. Y que, además, proviene de datos reales: es el municipio con más parados del país. Francisco L. G., de 38 años, mira al infinito desde su barca. No importa qué día de la semana sea. Siempre está ahí. Lleva en paro tres años. Es oficial de albañil pero, «como no hay trabajo», repite enfadado, recoge cangrejos («y lo que sea») en el río. «Los vendo después como cebos para pescar palangres», cuenta. Tres euros el kilo.
Francisco repite varias veces, encogiéndose de hombros: «Si no fuera por mi madre y mi suegra, ¿cómo vivo yo? Ellas me dan un plato de comida... Y así vamos». Francisco tiene mujer y una hija. «Ya cobré el paro, las ayudas y no tengo más ná», se resigna. Su hermano, Marcos, de 34, ocupa una barca cercana. Los tratados de la Unión Europea con otros países, critican, ha perjudicado la pesca española. «No son los moros», sostienen, «es Bruselas». El tío de ambos, Pedro Ch., de 45, se acerca a las afueras de esta población en la que el ayuntamiento tiene una de las deudas mayores del país. Los funcionarios llevan meses protestando. «Estamos pidiendo alimentos en Puerto Real», comenta Pedro. «Aquí ya se está pasando hambre», añade mientras insiste en que no exagera. Las pequeñas embarcaciones son de madera cubiertas con poliéster.
Raúl, también en paro, es el artista del grupo: hace réplicas de las barcas en pequeño tamaño y las vende en los paseos marítimos en verano. Frente al grupo de amigos y familiares, algunas personas dispersas buscan berberechos. «Los venden a quien pueden, aunque está prohibido», acusa otro vecino. A lo lejos se divisa una especie de puente. «Era para vigilar la entrada de droga, pero se ha caído», explican los amigos. «Con los sesenta millones de pesetas (lo que costó), vivo yo media vida», se indigna Marcos.
EL FRACASO ESCOLAR«Dejaban de estudiar para trabajar en la construcción»
Andalucía suspende en Educación. Al menos eso es lo que reflejan los datos del informe internacional Pisa que la OCDE ejecuta cada tres años para calibrar el nivel de la enseñanza en el país. Los peores resultados en Matemáticas los obtiene esta comunidad con 463 puntos, mientras que la media española es de 483.
CONIL (Cádiz)- La gaditana Isabel Ramírez, de 51 años, es profesora de primaria desde 1988. «Maestra de toda la vida», recalca ella frente a las bonitas playas de Conil. Ha luchado siempre por mejorar la calidad educativa y conseguir más recursos. Fue concejala de Educación con IU desde 2004 a 2007 y es miembro del sindicato CGT. No muestra un ápice de duda en su defensa de la Educación pública pero, aún así, reconoce las deficiencias del sector en Andalucía, siempre a la cola en el informe Pisa. Ramírez destaca tres problemas principales: el deterioro de las instalaciones («hay edificios de 1960 que se han ido parcheando...»), la ausencia de climatización («nos asfixiamos en verano y en invierno nos helamos»), la ratio («la excepción de 28 alumnos se ha hecho la norma, y en Bachillerato llegan hasta 40») y el fracaso escolar («en Secundaria es muy alto»). Sobre este tema, la docente, que imparte clases en el CEIP Los Molinos de Vejer de la Frontera, explica que hace un tiempo los chicos dejaban de estudiar para dedicarse a la construcción. Debido a la crisis, según la profesora, «se está volviendo a ciclos formativos o a la Educación Secundaria para adultos». Una «buena noticia», celebra. «Yo apuesto por una integración escolar efectiva... pero con la crisis la situación se agrava»
DESPILFARROS DE LUJO «La buena arquitectura se debe ajustar al presupuesto»
El mayor ejemplo de despilfarro arquitectónico se ha producido en Sevilla, con una obra conocida popularmente como «las setas». El coste total ha sido de 123 millones de euros. Obra de un arquitecto alemán, su complejidad técnica (está hecho en madera transportada desde Alemania) se ha convetido en un símbolo de gasto sin sentido.
Sevilla- El megaproyecto arquitectónico de la plaza de la Encarnación de Sevilla, Metropol Parasol,nombre oficial, o «las setas», como lo llaman los sevillanos, se ha convertido en símbolo de despilfarro económico en Andalucía. La construcción de obras un tanto innecesarias o excesivamente caras como los tranvías de Jaén o de Jerez (Cádiz) han sido criticados por técnicos independientes partidarios de proyectos más sostenibles y ajustados a nuestra realidad actual: la crisis.
El proyecto, en opinión del arquitecto Ramón Pico, muestra luces y sombras. Las luces: un golpe de originalidad en una ciudad arquitectónicamente conservadora. Las sombras: el coste excesivo (123 millones de euros) y el tipo de material utilizado (madera, muy poco adecuado para las altas temperaturas sevillanas). Un monumento vanguardista en forma de champiñones gigantes, diseñado por el alemán Jürgen Mayer, y coronado por un mirador.
Algunos lo detestan, otros están encantados. «Estéticamente lo defiendo a ultranza», afirma Pico, que tiene su estudio muy cerca de la plaza. «Es sugerente, atractivo y se ha reactivado el comercio», apunta. El fallo es que se invirtió demasiado en su ejecución. La suma se usó, entre otras cosas, en las piezas de madera transportadas desde Alemania que debían encajar unas con otras. «Fácilmente se gastaron el doble de lo presupuestado. Con 120 millones de euros se hacen un montón de colegios», critica. «La buena arquitectura debe acercarse a un presupuesto ajustado. Aquí, en Andalucía, estamos acostumbrados a ello», precisa. El anticuario montado junto al monumento es un ejemplo de ello, según Pico.
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