Nueva York
«Mi sobrina tenía planes de boda»
Llevaba 10 años trabajando en la Administración nº4. El Ayuntamiento era cliente habitual.
MADRID- Todo sucedió en apenas dos minutos. Tras ser atacada por su agresor, a Elena apenas le dio tiempo a avanzar unos pasos hasta desplomarse frente a la agencia de viajes del local contiguo, «Veratour», de los mismos propietarios de la administración. Virginia, la hija del jefe de Elena (Francisco Rodríguez) y empleada de la agencia, no pudo hacer nada. Una enfermera que pasaba en esos momentos por allí fue la primera persona en atender a la víctima. Trataron de taponarle las heridas con toallas que sacaron del bar de al lado, pero el problema fue que la gran hemorragia estaba en el interior de su cuerpo. Fue la enfermera quien hizo la llamada al 112. Eran las 13:32 minutos y cuando los facultativos del Summa llegaron, se encontraron a Elena ya inconsciente, en parada cardiorrespiratoria y las maniobras de reanimación que se le practicaron durante media hora no surtieron efecto.
La puñalada del costado izquierdo le provocó un hemoneumotórax, es decir, una gran hemorragia en la cavidad pulmonar. Elena perdió tanta sangre que entró en parada y poco después falleció. Los psicólogos del Summa y la Cruz Roja tuvieron que atender a varios familiares de Elena, entre ellos Pablo, que no podía creer la «absurda» muerte de su novia. Se conocían de toda la vida pero no fue hasta hace poco cuando comenzaron su relación. «Tenían planes de boda, como todas las parejas, aunque él era más reacio», comentaba Herminia, tía de Pablo Aguado. «Hace poco se fueron de viaje a Nueva York y vinieron encantados. Fíjate, su último viaje, quién lo iba a decir». Herminia recordaba ayer lo «encantadora y risueña» que era la chica: «Siempre le preguntábamos que cuándo nos iban a dar un niño. Siempre estaba bromeando porque era muy ‘chiquitita' y no alcanzaba bien a algunas cosas y se reía de ella misma». «Además, estaba muy guapa últimamente porque se acababa de teñir el pelo de color cobrizo. Se ponía muy contenta si le decías lo bien que le quedaba», comentó la mujer.
La muerte de Elena provocó gran conmoción no sólo entre sus familiares (tenía dos hermanos mayores) sino en muchos mostoleños porque la mujer era bastante conocida en la localidad. Pertenecía a la Peña Barbacana, una de las más importantes del municipio, que cumplirá 30 años el próximo mes de mayo, según recordó el alcalde, Esteban Parro, quien se acercó hasta el lugar de los hechos para dar el pésame a la familia y atender a la Prensa.
Tras lamentar «profundamente» la muerte de la mujer, Parro anunció que decretaba para hoy día de luto oficial en el municipio, por lo que las banderas de los edificios municipales ondearán a media asta y lucirán un crespón negro en señal de duelo. Además, esta mañana tendrá lugar una Junta Local de Seguridad en la que se analizará lo ocurrido «por si se hubiera cometido algún error», explicó Parro. Algunos de los vecinos congregados en el lugar pidieron al alcalde que reforzara la seguridad en la zona, porque la Policía «sólo se preocupa de poner multas a los coches en doble fila».
Por su parte, Cristina, prima de Pablo, explicó que algunos testigos aseguraron que habían tomado la matrícula del vehículo en el que se metió el homicida. Y es que, a esas horas, mucha gente pasaba por la zona, en pleno centro de la localidad. La joven como el resto de la familia, clamaban ayer justicia y que el asesino de Elena «ingrese en prisión y no salga».
Tras el levantamiento de cadáver ordenado por el juez alrededor de las 16:20 horas, el cuerpo de la fallecida fue trasladado al Tanatorio de Móstoles, donde se le practicará la autopsia. El Grupo X de Homicidios de la Policía Nacional lleva el caso.
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