Holanda a su tercera final

Holanda jugará el domingo su tercera final en un Mundial. Perdió en el 74 frente a Alemania, cuando era más «naranja» que nunca, volvió a sucumbir cuatro años después, en el 78, frente a la Argentina de Videla, Menotti y Kempes, y dentro de tres días tendrá una nueva oportunidad, ojalá que contra España.Y los culpables del éxito holandés se llaman Sneijder y Robben, dos descartes del Real Madrid que ahora triunfan en el Inter, el Bayern y la selección. Ayer, también tuvieron un aliado inesperado, el colegiado uzbeko Irmatov, promocionado por la FIFA, que se encargó de dar validez al segundo tanto de los holandeses cuando tenía que haberlo anulado por fuera de juego. Este tanto mató a Uruguay, que trató de reaccionar, pero que no pudo con la pareja «oranje», que repitió suerte, en esta ocasión sin ayuda arbitral, con un golazo de Robben de cabeza. Sentencia definitiva.Hasta entonces el partido había sido equilibrado porque a la velocidad y la clase de los holandeses, que trataban de jugar desde atrás para buscar a sus delanteros oponía Uruguay su bravura, su trabajo defensivo y su presión. Pero los de Óscar Tabárez acusaron las bajas de hombres importantes y, además, se encontraron con el golazo de «Gio» con la pierna izquierda. Su zapatazo no lo vio Muslera y el azulgrana se va a retirar de la selección con un precioso recuerdo.Le costó a Uruguay reponerse, pero se fue al ataque y Forlán y Cavani procuraron encarar a Heitinga y Mathijsen. Le faltaba fluidez al juego «charrúa» y era Holanda la que controlaba el partido porque lo tenía en su terreno y contaba con Sneijder, que ha llegado pletórico a Suráfrica, con la velocidad de Robben y las delicatessen de Van Persie. Y el esfuerzo uruguayo tuvo premio en un disparo de Forlán desde fuera del área que Stekelenburg se tragó porque cuando miró la pelota ya estaba en la red.Nuevo partido tras el descanso e idénticos argumentos en los contendientes. Más calidad, más precisión y más juego en los holandeses. Frente al fútbol más lento, más aguerrido y con un matiz más defensivo de los de Tabárez. Mandaba Holanda, pero tampoco había dueño porque el juego se pasaba mucho tiempo en el centro del campo, pero eran los «oranje» los que ponían sus gotitas de calidad por mediación de sus dos iluminados jugadores.Y a base de ambición, de ser más ofensivo, rompió el partido con el gol en fuera de juego de Sneijder. Y se acabó la historia porque Robben hizo el tercero y los cambios de Tabárez llegaron un pelín tarde. Cuando se volcó Uruguay pudo llevarse dos o tres tortazos más, pero la buena actuación de Muslera lo impidió.El acoso final de los suramericanos encontró premio en el gol de Maxi Pereira cuando ya el reloj era holandés y las prisas uruguayas. Sirvió para maquillar el resultado de un partido en donde Holanda fue más ambiciosa y por su forma de jugar intentó el triunfo por la vía más bella. Y lo consiguió. Está en su tercera final y es un mérito el alcanzado por el equipo de Van Marwijk, un desconocido que roza la gloria.

Ficha técnica:

2.- Uruguay: Fernando Muslera; Maximiliano Pereira, Mauricio Victorino, Diego Godín, Martín Cáceres; Diego Pérez, Walter Gargano, Egidio Arévalo Ríos, Álvaro Pereira (m.78: Sebastián Abreu); Edinson Cavani y Diego Forlán (m.84: Sebastián Fernández). Seleccionador: Oscar Washington Tabárez. 3.- Holanda: Maarten Stekelenburg; Khalid Boulahrouz, John Heitinga, Joris Mathijsen, Giovanni Van Bronckhorst; Mark Van Bommel, Demy de Zeeuw (m.46: Rafel Van Der Vaart); Arjen Robben (m.90: Eljero Elia), Wesley Sneijder, Dirk Kuyt; y Robin Van Persie. Seleccionador: Bert Van Marwijk. 0-1, m.18: Giovanni Van Bronckhorst. 1-1, m.41: Diego Forlán. 1-2, m.70: Wesley Sneijder. 1-3, m.7: Robben. 2-3, m.92: Maximiliano Pereira. Árbitro: Ravshan Irmatov, de Uzbekistán, amonestó a M. Pereira, M. Cáceres, Sneijder, Boulahrouz y Van Bommel. Incidencias: partido de las semifinales disputado en el estadio Green Point, de Ciudad del Cabo ante 62.468 espectadores.