Estreno
«Animal Kingdom»: Bestias inquietantes
Dirección y guión: David Michôd. Intérpretes: Ben Mendehlson, Joel Edgerton, James Frecheville, Jacki Weaver. Australia, 2010. Duración: 112 minutos. Drama.
Hay algo de bodegón, de naturaleza muerta, en el modo en que David Michôd retrata el universo familiar en «Animal Kingdom». La película, que aspira a ser pintura figurativa, es, en realidad, bastante abstracta: la resaca de adrenalina después de un atraco, una madre que besa a sus hijos en la boca, algo de cocaína reseca en los bordes de la mesa de centro y una amenaza constante flotando en el ambiente hacen que los protagonistas de este cuadro sean manchas a punto de desaparecer, criaturas agónicas tocadas por la muerte.
A la película le viene bien la mirada clínica y en apariencia indiferente de un personaje-intruso, Josh, que es nieto de la matriarca (magnífica Jacki Weaver, que tendrá que esperar hasta el tercio final para demostrar lo capital de su interpretación) y sobrino de cuatro criminales que, cada uno a su manera, intenta proponer el territorio del delito como espacio de refugio o, por el contrario, como trinchera bélica para el nuevo miembro de la familia. La mirada de Josh enfría el plano de conjunto hasta que, al final, solamente queda el rigor mortis de un grupo llamado a desvanecerse.
David Michôd conduce la inmersión de Josh en este universo en decadencia sin desfallecer, con una austeridad en el tono y una seguridad en la ejecución impropias en un debutante. ¿El resultado? Una película extraña, seca e inquietante.
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