«Si fuera el rey me gustaría que dieran esta imagen de mi abuelo»

Lejos de reflejar la imagen de un Alfonso XIII distante e impersonal, la novela ganadora del premio Azorín 2010, «El Amor del Rey», narra las vivencias de un monarca que sufre junto a su amante, Soledad Jiménez. Begoña Aranguren viaja a nuestro pasado para retratar una sociedad llena de hipocresía, en la que nace una historia de amor.

- ¿Qué se siente cuando se le pone punto final a la novela que después será la ganadora del Premio Azorín?- Noté que era un libro muy redondo y que había entregado en él mucho de mí misma. Recordé una cosa que a veces dicen los escritores y que yo creía una cursilada, pero eso de que los personajes se apoderan de ti y te llevan, es verdad. Pensaba que eso no me podía suceder, pero al final creo que me ha ocurrido. Por eso lo he pasado francamente bien con esta novela, aun con esos malos ratos que todo escritor pasa.

- ¿Ha tratado de humanizar la figura de Alfonso XIII? ¿No se le ocurrió dejarle sin pensión o reducirle el sueldo?- Es cierto. Pero lo he querido humanizar, porque se trata de una época muy próxima en el tiempo y nos parece demasiado lejana. Tenemos la manía de etiquetar, y este caché que teníamos de este hombre: frívolo, cantamañanas y ligón... Me parecía demasiado simple y siempre he pensado que habría algo más. Creo que este es el primer libro que se acerca a él, más a la persona que al personaje. Descubro una persona que sufre muchísimo. Por cierto, menuda «cabronada» que te bajen el sueldo o la pensión.

- Con amante incluida...- Se supone que el personaje de Soledad Jiménez existió, y yo supe de su existencia. A partir de aquí intenté obtener más información, pero no hubo manera. De un granito de café dentro de un saco de media tonelada tuve que novelar esta historia.

- ¿Cómo se cuenta la historia de un Rey tan complejo como Alfonso XIII?- Me acerqué mucho al personaje dando pinceladas de todo lo que le rodea y dando al lector a entender que clase de alimaña se rodeaban al Rey. Qué tipos son estos consejeros que tenía, que sólo les importa lo suyo, tener más tierras, más títulos. En definitiva trato de transportarlo a él, cómo si fuera una grúa, y lo saco de ese entorno para ver como se comporta en otro. Entonces se ve que tiene una vida muy difícil. Hablamos de un hombre que nace siendo Rey, con una madre absorbente, y para colmo hace una boda que es un disparate y tiene a los hijos enfermos. Es una tragedia. Es un ser que descubres del que yo no tenía ni idea. Ves que es una persona que sufre, y si sufre es que está viva. Al final, el amor de esta amante real, Soledad Jiménez, que la gente que se cree que es la madre de don Leandro Ruiz Moragas pero no lo es, el amor de esta mujer lo redime como persona. No puedo decir que Alfonso XIII fue un Rey bueno para España, yo que no soy monárquica. Pienso que es una persona que inspira respeto y tragedia.

- Menudo susto nos ha dado don Juan Carlos...- La verdad que sí. Creo que es una persona mucho más próxima de lo que parece. Soy viuda de José Luis de Villalonga, que fue su biógrafo, por eso he sabido muchas cosas de él a través de mi marido y estoy segura de que es una persona con la que me sería fácil entenderme, aun partiendo de absolutos muy diferentes. Me encantaría charlar un día con él porque creo que tenemos muchas cosas en común.

- ¿Y qué le preguntaría?- Quizás le preguntaría qué le ha parecido el libro sobre su abuelo. Como me tienen un poco de miedo, seguro que se habrán echado a temblar cuando vieron que sacaba esta novela. Si fuera yo el Rey, estaría encantado de que dieran esta imagen de mi abuelo.