España

Aznar defiende la derrota histórica y social de ETA

El ex presidente del Gobierno y líder de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), José María Aznar, fue investido ayer Doctor Honoris Causa por la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM), durante la apertura del curso académico de la institución.

El ex presidente del Gobierno y actual presidente de la Fundación FAES, José María Aznar durante su investidura como doctor honoris causa por la UCAM Murcia (UCAM), al que ha asistido el presidente del ejecutivo murciano y del Partido Popular de Murcia, R
El ex presidente del Gobierno y actual presidente de la Fundación FAES, José María Aznar durante su investidura como doctor honoris causa por la UCAM Murcia (UCAM), al que ha asistido el presidente del ejecutivo murciano y del Partido Popular de Murcia, Rlarazon

Tras el acto protocolario, Aznar dejó claro durante su discurso, centrado en la lucha contra el terrorismo y en la importancia de la nación española, que «ETA está derrotada histórica y socialmente y debemos impedir que escape a esta derrota». También invitó a no dejarse enredar por «este juego de unos supuestos terroristas buenos que quieren convencer a otros terroristas malos para que dejen el terrorismo del que todos ellos son responsables».

El ex presidente del Gobierno hizo hincapié en que «ETA y sus cómplices políticos son incompatibles con la democracia tanto por sus medios como por sus fines». Por ello, insistió en que «no existe el derecho a crear partidos ilegales ni a votarlos. No se puede plebiscitar la dictadura, ni cabe someter a votación la integridad de la democracia». En este sentido, añadió que sólo las leyes «harán efectiva» la derrota del terrorismo y subrayó que España no puede aceptar «soluciones de excepción para ello». Asimismo, incidió que «nadie debe facilitar, por acción o por omisión, ninguna vía para que ETA y sus cómplices políticos escapen a su derrota». «No hay precio alguno que pagar a los terroristas, son ellos y sus cómplices los que tienen una deuda que pagar a la nación, a la democracia y a las víctimas», aseveró. Según el ex jefe del Ejecutivo, «no basta con renunciar ahora a la violencia sino que es preciso reconocer que nunca debió emplearse». Y es que, en su opinión, «es de justicia que los delincuentes paguen por sus crímenes», por lo que abogó para que se «rechace la falsa idea de que aplicar las leyes obstaculiza la derrota del terrorismo y no aplicarlas la facilita».

El presidente de la Fundación FAES y catedrático de Ética, Política y Humanidades de la UCAM, alertó también de la «fabricación nociva que sólo ha servido para legitimar a ETA» el hecho de que algunos círculos políticos y de opinión entiendan que el terrorismo que se ha sufrido «era una asignatura pendiente de una Transición mal resuelta, o el producto de un supuesto déficit democrático». Una situación, avisó, que podría volver a darse «como excusa para explicar que algo habrá que pagarles, que su historia no es enteramente reprobable, que el crimen hay que contextualizarlo, que sus medios son rechazables, pero que parte de sus fines son comprensibles, que los verdugos son víctimas de una circunstancia histórica y que hay que arrimar el hombro por la paz; en definitiva, intentar ahora hacer como si ETA no existiera, casi como si nunca hubiera existido, como excusa para no hacer efectiva su derrota».

Frente a esta opción, sostuvo que las leyes ya fijan «el camino a seguir de modo claro para la derrota efectiva del terrorismo y el triunfo de la libertad»; no así «la reconciliación, el perdón y la concordia, que es lo que ETA ha puesto en su diana desde hace décadas».

Tras posicionarse en contra de los fines y medios de la banda terrorista, argumentó que «si el totalitarismo se aceptase como una opinión política legítima sería un éxito del terrorismo». «La disyuntiva entre legalización o violencia terrorista es falsa, porque la evidencia, de hecho, es la contraria»; momento en el que recordó que en las distintas instituciones y administraciones, como el Parlamento Vasco o las distintas diputaciones forales vascas, «hubo representantes de ETA mientras los pistoleros continuaban con su campaña de terror». «La presencia de esos terroristas en las instituciones no sirvió para evitar la muerte de nadie», criticó al tiempo que añadió que «ETA jamás ha matado para la libertad, lo ha hecho para la opresión y la dictadura». Tras esto, refirió que «el mito de la imbatibilidad de ETA cayó hace tiempo».

Por otra parte, defendió que « la democracia española no debe desviarse del respeto incondicional a los principios del Estado de Derecho», porque sólo así se podrá mantener intacta su legitimidad moral y política para derrotar incondicionalmente a los terroristas». El único riesgo que supone el final del terrorismo, apuntó «es que se pierda en la victoria, que pierda la nación de ciudadanos, que se le niegue su derecho a exigir a los terroristas todas sus responsabilidades». En este sentido, hizo un llamamiento final a la sociedad porque «es responsabilidad de todos que la victoria contra el terrorismo sea la de la libertad y la justicia; la de la democracia y el Estado de Derecho; la victoria de las víctimas y su memoria sobre el relato infame que enaltece a sus victimarios».

 Por último, Aznar concluyó su discurso sobre la nación española afirmando que «quien quiera paz que mire la obra de la nación española de 1978, quien quiera concordia y reconciliación que mire la Transición, quien busque generosidad para construir un futuro de democracia y libertad para todos que asuma la Constitución y quien busque perdón que tenga el valor de mirar a sus víctimas».

Durante su intervención, Aznar señaló que «la pérdida del concepto de nación es mucho más que un problema. Constituye una amenaza de retroceso». El ex líder del PP lamentó que se dude de la existencia de la nación y declaró sentirse «tranquilamente orgulloso de ser español ahora que se juega con la historia, que se inventan tradiciones y proliferan falsas naciones cada día».

El presidente de FAES remarcó el carácter «dinámico y vivo» de la nación, al tiempo que señaló que, tiene identidad «pero no es una identitaria o nacionalista, es una nación plural y es incluyente», de forma que existe y es lo que confiere la «legitimidad» a la Constitución. Por ello, subrayó que proteger la Constitución «es preservar nuestra condición de ciudadanos libres en la ley e iguales ante ella».

Falta de anclajes

Por otro lado, afirmó que «al contemplar la vida política en España es fácil que nos invada una honda preocupación, ante la falta de anclajes culturales, intelectuales y morales. Preocupación por el hecho de que esa falta de anclajes no sea percibida como un problema grave y porque los efectos de todo ello sean tan claros y sin embargo siga pareciendo tan difícil que se produzca una rectificación». El nuevo doctor, apuntó que «si al menos fuésemos capaces de poner remedio a la confusión que se ha introducido en la sociedad española acerca de su nación, estaríamos prestando un gran servicio a nuestro país».


«Aznar es un referente en la España y en la Europa de los últimos años»
El presidente de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, reconoció ayer a Aznar su defensa a ultranza de la nación española «desde la ética y la moral». Valcárcel felicitó al ex presidente por su lección inaugural y le agradeció «seguir defendiendo los principios y valores en los que creemos». Aznar, afirmó que el jefe del Ejecutivo murciano, «es un referente en la España y en la Europa de los últimos años, y su compromiso con los españoles, su visión de Estado, su conducta como gobernante y su política al servicio de todos los españoles, sin discriminación de territorios, constituyen un ejemplo a imitar». Por su parte, la rectora de la UCAM, Josefina García invitó a los asistentes a «dejarnos impactar por la coherencia que ha marcado la vida de Aznar». En cuanto a la apertura del curso, anunció que «este año más de tres mil alumnos cursarán los grados y posgrados».