Miami

Con la defensa de Gasquet

Se encontraba el tenista francés Richard Gasquet una noche en Miami, ligó, le besó una mujer en la boca y dio positivo por cocaína. Pudo demostrar la teoría esgrimida en su defensa. En ella se va a basar Andy Ramos, abogado de Alberto Contador, para convencer a la UCI, a la AMA, al TAS y a quien sea preciso de la inocencia de su cliente.

Contador, del Astaná hasta el 31 de diciembre, en Fuerteventura
Contador, del Astaná hasta el 31 de diciembre, en Fuerteventuralarazon

Los abogados de Contador tienen un punto de partida para sacar al ciclista del atolladero en que se encuentra. Uno de ellos, Andy Ramos, concedió ayer una entrevista a la agencia Associatted Press (AP) y reveló algún dato de la defensa desconocido en España. Llama la atención el precedente de Gasquet, a quien, por cierto, Rafa Nadal defendió a capa y espada, convencido como estaba de su inocencia. Al tenista francés le impusieron dos años de sanción por consumo de cocaína, no convenció a la Agencia Mundial Antidopaje cuando expuso que el origen de su positivo estaba en los labios de una bella dama con la que se besó en un club nocturno de Miami. La versión, sin embargo, fue aceptada por el TAS (Tribunal de Arbitraje del Deporte). El tenista demostró que la cocaína no llegó intencionadamente a su organismo y que no hubo negligencia de su parte. El castigo, estipulado para dos años lejos de la competición, se quedó reducido a dos meses y medio.

Andy Ramos también tratará de reforzar la defensa de Contador con el perdón de la Federación Alemana de Tenis de Mesa a Ovtcharov, uno de sus palistas. A este le detectaron 75 picogramos de clembuterol por mililitro. El ucranio nacionalizado alemán argumentó satisfactoriamente que había comido carne contaminada en China, al igual que alguno de sus compañeros. Su federación le creyó; pero la Agencia Mundial Antidopaje no ha dado por buena la versión y se está reservando el derecho a reclamar. Quiere imponer un castigo de dos años a Ovtcharov y así evitará sentar un precedente al que se pueda acoger Alberto Contador.

«Tenemos informes de diversos científicos», afirma Andy Ramos, «según los cuales no se puede hablar de positivo porque los niveles de clembuterol son ridículos», 50 picogramos, y un picogramo es la billonésima parte de un gramo. Según ellos, la aparición de ese producto prohibido sólo puede deberse a «una contaminación alimentaria».