Carreteras

El móvil y el navegador letales al volante

La Dirección General de Tráfico ha puesto en marcha una nueva campaña de sensibilización y control de las distracciones al volante, que se centra en el peligro que supone el manipular el navegador o el móvil mientras se conduce, unas infracciones graves que pueden además convertirse en letales.

Acciones tan sencillas y habituales como marcar un número de teléfono, responder a una llamada telefónica (ocho segundos), manipular el navegador, encender un cigarrillo (cuatro segundos) o ajustar la radio o el reproductor de un disco compacto (de cinco a seis segundos) nos obligan a apartar la vista de la calzada durante unos segundos, nos distraen y nos pueden hacer perder fácilmente el control del vehículo.

En 2009 se produjeron en España 88.352 accidentes con víctimas, 2.714 mortales y 124.966 heridas, y en el 38 por ciento de esos siniestros la distracción estuvo presente como factor concurrente.

Por este motivo, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil intensificarán desde hoy y hasta el domingo 14 sus controles de vigilancia para intentar concienciar a la sociedad de que es necesario prestar la máxima atención al volante.

La DGT difundirá además un anuncio para que los conductores no olviden que el móvil y el navegador suponen una ayuda muy útil, pero siempre y cuando se programe o se marque antes de emprender un viaje.

"Si consultas un mapa mientras conduces no ves la carretera. Si vas programando el GPS tampoco. No conviertas una ayuda en una distracción"es el mensaje que cierran las piezas de esta nueva campaña.

En los diez primeros meses del año se han producido 1.295 accidentes mortales, en los que la distracción ha estado presente en 512, en los que 581 personas han fallecido y 528 han resultado heridas.

Los conductores tienen que tener en cuenta lo que no son meras cifras: un vehículo que circula a 120 Kilómetros por hora recorre en tres segundos 100 metros, (lo equivalente a la longitud de un campo de fútbol). Si el conductor aparta la vista de la carretera en ese tiempo, el coche circulará sin control a lo largo de un tramo.
 
Otros datos que hay que recordar: el uso del teléfono móvil mientras se conduce multiplica por cuatro el riesgo de sufrir un accidente; su riesgo puede ser equiparable a la conducción por exceso de alcohol.

Tras un minuto y medio de hablar por el móvil, incluso con manos libres, el conductor no percibe el 40 por ciento de las señales, su velocidad media baja un 12 por ciento, el ritmo cardiaco se acelera bruscamente durante la llamada y se tarda más en reaccionar.

Los conductores saben que no se puede hablar por teléfono mientras se conduce, pero aún buena parte de ellos no es consciente de su peligrosidad si nos atenemos a las denuncias formuladas el año pasado por la Guardia Civil: 138.107, una cifra que supone un 11,5 por ciento más que el año anterior y el triple de las que se formularon en 2003 (45.407)

Pero los conductores aún son menos conscientes de que encender y apagar un cigarrillo, una mano inutilizada al volante (por marcar un móvil por ejemplo, trece segundos) o el humo en los ojos son elementos que provocan distracción y que pueden provocar un accidente.

Según diversos estudios, al menos el cinco por ciento de los accidentes de tráfico son directa o indirectamente atribuibles al hecho de fumar en el interior del vehículo. Los fumadores además multiplican por 1,5 el peligro de tener un accidente de circulación.

Y más del 80 por ciento de los conductores consideran peligroso fumar mientras se conduce, según la última encuesta realizada por el Observatorio Nacional de Seguridad Vial.