Pretenden degradar el plástico en dos años

Cada español consume una bolsa de plástico al día, lo que supone un gasto anual de 10.500 millones de unidades. En España se consumen cinco millones de toneladas de plástico al año, de ahí la preocupación ambiental. Varias son las soluciones. Una de ellas, los materiales sustitutivos del plástico (como la fécula de patata, por ejemplo), que son biodegradables por sí mismos. Otra, el cartón ondulado. Y otra, lograr algo que hasta ahora no se había conseguido: la biodegradación del polietileno. Con este fin, trabajan Ainia Centro Tecnológico y la compañía Plásticos Industriales de Alfarrasí (Picda), una empresa valenciana que se dedica a la fabricación de bolsas y láminas de plástico. «Un material de polietileno de baja densidad puede tardar entre 100 y 400 años en biodegradarse, ya que tiene unas cadenas que repelen la humedad de modo que las enzimas no penetran. Nuestro objetivo es lograr degradar el plástico en uno o dos años», avanza Luis Gil, técnico del Departamento de Envases de Ainia. «Para ello –prosigue–, oxidas el plástico al añadir unos aditivos oxodegradables antes de que se use el material (Picda ya lo está haciendo) que en presencia de luz aceleran la oxidación a 40-50 ºC con el fin de favorecer la biodegradación para que luego sea más fácil atacarlo. De modo que la cadena del plástico pasa de tener 250.000 daltons (unidad de masa atómica) a 40.000». Lo siguiente, «acortar el proceso con microorganismos que degradan aún más la cadena para lograr disminuir el tiempo en el que tarda en biodegradarse un material plástico», añade. Y es en esta fase en la que están, validando si es posible que sea degradado en uno o dos años.