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La mujer que puede hacer historia en el PSOE

La Razón
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Madrid- La mujer socialista que más veces, como diría José Bono, ha gritado «Viva España» lo quiere todo: la Secretaría General, el cartel electoral, el mando de Ferraz y la Presidencia del Gobierno… En Cataluña la acusan de «españolista» y en España de «catalanista», pero Carme Chacón está segura, muy segura, de que es la persona que necesita el PSOE para esta difícil travesía del desierto. Lo suyo siempre fueron los órdagos a la grande, nunca a la chica. Un día alguien le dijo que estaba en la cabeza de José Luis Rodríguez Zapatero para sucederle, y ella lo tomó al pie de la letra. Desde entonces no ha hecho otra cosa que prepararse a conciencia para la ocasión. Tras un intento fallido en mayo –después de que renunciara a medirse con Rubalcaba en unas primarias por el cartel electoral– cree que ahora ha llegado su momento. Si gana, irá hasta el final y, aunque en este cónclave se elige al secretario general y los estatutos obligan a convocar, luego, primarias, nadie duda de que será en ese caso cabeza de lista en 2015. Se juega el futuro, sí, pero, aunque sólo sea por una cuestión biológica –tan sólo tiene 41 años–, el suyo es mucho más dilatado que el de su rival, que le saca veinte años.

Gane o pierda, seguirá ahí subiendo nuevos peldaños en su fulgurante carrera política porque dicen partidarios y detractores que su ambición es infinita y que por eso dejó pasar la oportunidad de dirigir el PSC. Sus apuestas siempre fueron a lo grande.

Pinchan en hueso quienes sólo la descalifican por su lugar de nacimiento y mucho más quienes sólo lo hacen por ser la primera mujer que aspira a «mandar firmes», no al Ejército –que eso ya lo ha hecho–, sino a la tropa socialista. Un partido que ha sacado pecho por la España plural no se atrevería a desacreditar a un candidato sólo por ser catalán y qué decir del discurso de la igualdad y el género.

Así que si gana el pulso a Rubalcaba pasará a la historia de España como la primera mujer que dirige uno de los dos partidos políticos más importantes del país. Dicen los suyos que, de imponerse al rival, llegará un nuevo tiempo en el PSOE frente al «más de lo mismo» que representa Rubalcaba y que además ayudará a una mayor integración del PSC en el PSOE.

Por el contrario, si pierde, tampoco pierde mucho, pues una caída, en tan pírrico recorrido, le permitirá seguir en la carrera. Tiene tiempo. Es verdad que el órdago ha sido tan a la grande que hay quien apuesta por que si no sale ganadora del Congreso tendrá que despedirse de su carrera política y dedicarse a otra cosa. Esto será si Rubalcaba no le ofrece un puesto en la nueva Ejecutiva, cosa que está muy en duda.

Sea lo uno o lo otro, no es la ex ministra de las que se amilanan y nadie se la imagina fuera de la primera línea política después de haber recorrido un trayecto institucional que empezó como concejala en el Ayuntamiento de Esplugues de Llobregat, su localidad natal, pasó por la vicepresidencia primera del Congreso, llegó al Ministerio de Vivienda y culminó en el de Defensa.