Cine

Los Ángeles

Un polémico Colón intentará otra vez hacer las Américas

Sorpresa y doblete. «También la lluvia», de Icíar Bollaín, fue elegida ayer para representar a España en los Oscar y en los Ariel mexicanos. La cinta muestra otra cara del conquistador, obsesionado por el oro de los indígenas

Icíar bollaín, al conocer la noticia/ Foto: Connie G.Santos
Icíar bollaín, al conocer la noticia/ Foto: Connie G.Santoslarazon

Primero, a poco más de las once de la mañana de ayer, supo Icíar Bollaín que haría las maletas camino de México, al ser candidata «También la lluvia» a los premios Ariel. Segundos después conocía que era la cinta elegida por la Academia de Cine para representar a España en los Oscar. La directora de «Te doy mis ojos» (y vicepresidenta de la institución), incrédula por una decisión que apuntaba con la repesca de «Celda 211» a que sería la película de Daniel Monzón la que iba a viajar a Los Ángeles, se secaba las lágrimas, abrazaba a unos y otros, resoplaba levantando su flequillo ondulado y consultaba el móvil de vez en cuando. «Estoy tan emocionada», fue la primera frase que acertó a pronunciar sin perder la compostura. La primera pregunta es si se ve portando el Oscar hacia España: «Primero hay que llegar, y el camino es largo» (la criba inicial de la Academia de Los Ángeles se conocerá el próximo 25 de enero).


Duros rivales
Tuvo palabras de elogio hacia «Celda 211», cinta que calificó de «espléndida. Con ella en la terna todo estaba francamente difícil, por eso me siento tan agradecida. Es un honor, aunque diré que lo importante es participar, pero, si además, nos podemos traer el Oscar, pues estupendo». Bollaín conoció ayer también cuáles serán sus rivales en el camino hacia la estatuilla: «Biutiful»(González Iñárritu, por México), «Uncle Boonme Who Can Recall His Past Lives» (Apichatpong Weerasethakul, por Tailandia), «Canino» (de Yorgos Lanthimos, que representará a Grecia), «Cirkus Columbia» (de Danis Tanovic, quien volverá a competir por Bosnia Herzegovina), Rachid Bouchareb (con «Hors la Loi», por Argelia), «Des hommes et des dieux» (Xavier Beauvois, a la cabeza de Francia), «Heavnen (In a Better World)» (dirigida por Susanne Bier y que representará a Dinamarca), «Aftershock» (de Feng Xiaogang, por China) y desde Iberomérica «Contracorriente», de Javier Fuentes-León (Perú); «Hermano», de Marcel Rasquin (Venezuela), y «Lula, el hijo de Brasil», de Fábio Barreto (Brasil).

«También la lluvia» es un filme sobre una película que un equipo español rueda en Bolivia sobre la figura de Cristóbal Colón. La llamada «guerra del agua», que sucedió en Cochabamba e el año 2000, se cruzará en su camino de la misma manera que las suspicacias de los bolivianos hacia un equipo español que pretende ahorrar la mayor cantidad de dinero posible. ¿Cómo es Colón? El guión retrata a un conquistador que, según Bollaín, «se obsesionó y castigó con violencia a la resistencia indígena que halló a su paso».
Conquistador ambicioso

Para la directora ofrece una visión «más realista de la colonización porque esa búsqueda sistemática que emprendió Colón detrás del oro, ambiciosa y sin escrúpulos, aquí no se conoce. Puso a trabajar a toda la gente que viví allí. De este perfil no se habla en los libros de texto, que muestran a un hombre con una marcada faceta de gobernador», bastante menos heroico del que representa un irreconocible Karra Elejalde, de amplia melena blanca y barba que trata con mano dura a los nativos («él sí es un Quijote, porque cada vez está más fantástico», comenta del actor con un punto de orgullo). Sin embargo, el pilar básico y fundamental para Bollaín lo sostiene Luis Tosar, que interpreta al productor sin escrúpulos de la cinta (y que contrasta con un director comprometido a quien da vida Gael García Bernal) que el equipo español va a rodar en Bolivia: «Es un intérprete lleno de matices a quien se le ve pensar. Luis ha sabido dotar a este productor del cinismo que necesita. Desde luego que no era un personaje de trazo grueso, además, no se parece nada a Malamadre, y es que su registro es impresionante. Él se retrata con una frase que pronuncia en el filme: ‘‘Si me importa un bledo lo que pasó ayer, imagínate lo de hace 500 años''», dice, y añade que de lo que no tiene ninguna duda es de que ésta es su película más difícil y ambiciosa, «que ha exigido un gran esfuezo por mi parte y por la del equipo».

Sobre que la cinta hable del cine dentro del cine, dice que no ha sido para nada un inconveniente y que incluso los académicos, que podían mostrar cierta prevención a priori, se han deshecho de prejuicios. Además, añade que ha sido «un homenaje al cine, de esa gente que lucha por levantar una película y que poco o nada tiene que ver con lo que está sucediendo alrededor». Sobre el equipo boliviano, señala que asumió la experiencia como un enorme reto y puso toda su ilusión. Además, «intentamos colaborar con las comunidades con las que trabajamos».

Por primera vez, Bollaín está detrás de la cámara pero no firma el guión, que lleva la rúbrica de Paul Laverty, habitual colaborador de Ken Loach (y a quien la realizadora conoció durante el rodaje de «Tierra y libertad»): «Desde el primer momento lo vio claro y supo de las posibilidades que ofrecía, no se achantó, como tampoco lo hizo Juan Gordon, productor de la cinta. Ellos no tenían ni una sola duda; sin embargo, a mí se me caía el guión de las manos. Me han hecho un regalo inmenso», asegura entre una entrevista y otra. La primera vez que se verá en público en España (en el Festival de Toronto ya se ha exhibido) será el próximo 23 de octubre, aunque su fecha de estreno es el 7 de enero de 2011.

Uno de los primeros en darle la enhorabuena a la directora fue un risueño Daniel Monzón, quien se ha quedado en el camino, aunque comentó que ya está moviendo el guión de su nueva cinta.


El detalle
LA PRIMERA ESPAÑOLA CAMINO AL OSCAR
Icíar Bollaín, que es vicepresidenta de la Academia de Cine, nació en Madrid en 1967. Su cine se caracteriza por un intimismo presente en toda su filmografía. Es la primera directora española que opta al Oscar: «Ojalá esta situación se normalice y estemos más presentes», asegura con una dulce sonrisa.