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La lucha contra el sida en peligro

Nuestro país todavía no ha desembolsado la cantidad que corresponde a 2010 para combatir la enfermedad.

La lucha contra el sida en peligro
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 Ayer comenzó la 63 Conferencia del departamento de Información Pública de ONU y las ONG. Melbourne, Australia, acoge hasta el miércoles a más de 1.400 delegados de 70 países que se reúnen con el objetivo de analizar la mejora de la salud, fundamentalmente la materna y la infantil, a través de la prevención del sida.

Sus conclusiones servirán para analizar el nivel de cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), un terreno de valoración en el que España tiene mucho que explicar. El laureado compromiso de Zapatero con la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) está muy lejos de cumplirse. Así lo revelan los últimos datos y el anuncio del presidente del Gobierno en el contexto de la Presidencia Española de la Unión Europea. En ese momento, Zapatero dio marcha atrás en su política cuando declaró que el propósito socialista de donar el 0,7 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) a la AOD no se haría efectivo hasta 2015. Ahora, diversas ONG y Gonzalo Robles, portavoz del PP en la comisión de Cooperación Internacional para el Desarrollo del Congreso de los Diputados, temen que algún recorte recaiga sobre la partida de salud.

Ya en su primer mandato, el presidente se comprometió a alcanzar los citados niveles de donación en 2012, tres años antes que el resto de los países de la Unión Europea. A fecha de hoy, el Gobierno ya ha anunciado una reducción de 300 millones. Sin embargo y como matiza Robles, «la bajada comenzó ya el año pasado cuando se hizo pública una no disponibilidad de créditos, por lo que el recorte real es de 1.250 millones». Una disminución global a la ayuda al desarrollo que, como indica el experto, «se traduce en una rebaja del 28 por ciento y sitúa a España, con una aportación del 0,43 por ciento del PIB», muy lejos no sólo del 0,7 prometido por el Gobierno, sino del compromiso adquirido por la Unión Europea, que fue fijado en el 0,56 por ciento del PIB.

Por el momento, el Gobierno no ha concretado a qué partidas va a afectar la reducción de fondos, pero los especialistas llaman la atención sobre un posible recorte en materia de salud. De hecho, hace unos días se anunció que una de las divisiones afectadas sería el Fondo del Agua, sobre el que se ha fijado una rebaja de 150 millones. Además, como explica a LA RAZÓN Vanessa López, representante de Tenemos SIDA –una coalición de ONG–, existen síntomas que hacen pensar que se verán afectadas las aportaciones a la lucha contra el sida, que es uno de los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio. España colabora en su erradicación a través del Fondo Mundial de la lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria, que renovará los compromisos de sus donantes el 5 de octubre.

Señales de reducción
Aparte de la disminución de la ayuda global al desarrollo, existen otros indicios que hacen pronosticar la reducción a la partida del sida: España todavía no ha desembolsado el dinero correspondiente a 2010 en materia de lucha contra el sida. En este campo concreto, sobre el que el presidente quiso centrar especialmente su política de ayudas, el compromiso adquirido es de más de 466 millones de euros repartidos entre 2008, 2009 y 2010. A fecha de hoy se calcula que falta por desembolsar 38 millones de euros. «Eso no quiere decir que el Gobierno no vaya a cumplir con su compromiso, pero sí hace pensar que le pueda ser más difícil adoptar otro similar», afirma López. Además, desde las ONG se ha intentado entrar en contacto con el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación a raíz de la celebración del último Consejo de Cooperación y no se ha obtenido respuesta. «Los recortes no se han anunciado de forma rigurosa. Se habla de una reducción multilateral y es probable que pueda afectar a todo lo relativo a salud, incluido el sida», apostilla López.

Otro de los indicadores está presente en el informe «Situación de la epidemia de sida 2009», elaborado por Onusida (Programa de la ONU contra el sida). En él se constata cómo en 2009 se congelaron por primera vez las ayudas globales a la erradicación de la patología.

Compromiso para siempre
El sida afecta tangencialmente a toda la salud de un país, tanto a nivel social como económico. Además, hay que tener en cuenta que es una enfermedad crónica, por lo que los casos que entran en tratamiento con antirretrovirales son acumulativos. «Es un compromiso de por vida», indica Robles, «y ahora no es el momento de pegar un frenazo en las ayudas al sida».

Todavía no se ha alcanzado la cobertura universal. «El camino iniciado es bueno, pero queda mucho por hacer», asegura López. De hecho, según el informe de Onusida en África, un 56 por ciento de la población infectada no tiene acceso al tratamiento, lo que hace que los datos continúen siendo escalofriantes, con un 67 por ciento del total de los afectados concentrados en el África subsahariana y 490.000 menores de 15 años infectados cada año. «Estamos hablando de personas. La salud y el sida son un tema de donde no se puede recortar», dice Robles.