Fiarnos o no

Han sido tantas veces ya las que se ha hablado de golpe mortal a la banda asesina ETA que nunca se sabe si será el definitivo. «Una operación importantísima», nos dicen, pero la alegría que produce la noticia es parcial porque ETA ha sido descabezada muchas veces y vuelve a reconstituirse sin grandes dificultades aparentes. La banda terrorista ha matado a muchísimos más policías, guardias civiles, jueces, políticos, periodistas… incluso niños (¿o tendría que decir criaturas?) en tiempos de democracia que bajo dictadura. La esperanza es que la Policía francesa y la Guardia Civil española han vuelto a hacer su trabajo deteniendo a etarras. No nos cansaremos de agradecer su valiente y eficiente labor. En ellos confiamos para que nadie tenga que sufrir el dolor que desata un atentado terrorista, amenaza que se cierne al encontrar a los detenidos en una reunión de lo que llaman el «aparato militar». Lo que aún me parece un sueño es lo de los ocho históricos presos de ETA. Que pidan reconocer y reparar el daño a las víctimas es algo nuevo e intrigante… Y aún más onírico es que quieran poner fin al frente de lucha y apuesten por una reflexión política por vías exclusivamente pacíficas y democráticas. Eso ya podían haberlo pensado antes de poner bombas, pero nunca es tarde… aunque no sé por qué algo me dice que no podemos fiarnos.