Los reinos de taifas por Sergio ALONSO

Es cierto que la herencia recibida fue nefasta, pero el Ministerio de Sanidad y el Gobierno al que pertenece no están pudiendo tampoco, como ya le sucediera al PSOE, meter en vereda a las siempre díscolas comunidades autónomas. La ausencia de un liderazgo claro por parte de la Administración Central, el escaso poder que tiene conferido el Consejo Interterritorial de Salud y la bola de nieve en que se ha convertido la crisis económica están llevando al Sistema Nacional de Salud a límites extremos. De ahí a su fragmentación definitiva en 17 reinos de taifas en los que sus moradores hacen y deshacen a su antojo va sólo un paso. En estos momentos, hay comunidades que financian tratamientos innovadores y otras que obstaculizan su dispensación. Además del copago, Madrid y Cataluña han impuesto el polémico euro por receta del que el propio Mariano Rajoy reniega. En materia profesional, feudos como Castilla y León están sabiendo llevar a buen puerto las negociaciones con las organizaciones médicas, mientras que otros tienen en pie de guerra a todas las batas blancas. Siguiendo con los fármacos, Galicia tiene su «cataloguiño» mientras que Andalucía apuesta por un «subastazo». Entre medias anda el Ministerio, que no sabe si picar de un lado, de otro o de ninguno. Y como telón de fondo nos encontramos a las compañías farmacéuticas, los proveedores y las farmacias. En unos territorios cobran más o menos en plaza su factura, y en otros llevan meses sin ver remunerado su trabajo por parte de las administraciones. El Ministerio de Sanidad debe poner orden en medio de tanto caos. La Ley General de Sanidad le confiere el liderazgo ante las administraciones autonómicas y puede dotarse de herramientas para ejercerlo. Ahora sólo le queda atreverse y dar el paso.