Cayetana y Alfonso visitarán Siria y Jordania por Jesús Mariñas

La gastroenteritis que ha sufrido la Duquesa de Alba durante diez días a punto estuvo de hacerla desistir de su romántica escapada. Otra más. Ella siempre va buscando el exotismo, como ya hizo al comienzo de su relación, cuando viajaron a Roma y Egipto a principios de 2010.

Rematan el año con un viaje que inician hoy. Aunque los médicos, especialmente el milagroso Paco Trujillo, que le devolvió las ganas de vivir y ese ritmo trepidante al que, a sus 84 años, nos tiene acostumbrados– le aconsejaron reposar 15 días, ella no quería cambiar su nueva luna de miel junto a Alfonso Díez. Es una relación estimulante. Al principio no aprobábamos al funcionario de la Seguridad Social, que sabe cómo exprimir sus 2.000 euros mensuales y lleva el mismo ritmo de vida que Cayetana, bastante reacia a rascarse el bolsillo, así conserva su enorme patrimonio.

Sale a menudo con sus amigas, entre las que destaca el carácter desaborido de Ana María Abascal, poco simpática con los periodistas. Es la gemela de Naty, pero por sus desaires y por su físico más bien podría ser su hermana mayor. Más agradables, cordiales y colaboradoras se muestran la espléndida Carmen Tello y Tere Pickan. Acudieron las tres anteayer a un concierto benéfico que organizó Miguel Poveda. El cantante estuvo estupendo, así como su compañera artística Estrella Morente, que acaba de cantar con la Orquesta Nacional.

Este domingo, la aristócrata superó un récord plusmarquista. Almorzó con Vittorio y Luchino, recibió un premio en el Salón del Caballo, donde Tomás Ferry hace de las suyas con su cuento de la amistad, y remató la jornada con el concierto de Poveda. Ayer pasó por Madrid, acompañó a Eugenia a un acto de su fundación benéfica y tenía previsto salir hoy hacia Jordania. Pernoctarán en Amman para continuar su romántico viaje hacia Petra, donde descansarán unos días. Dos semanas durará su travesía por tierras jordanas. Siria será su segundo destino. «Está muy ilusionada con conocer su imponente mezquita», me dicen. Continuarán hasta la monumental Alepo, con su impactante fortaleza y su curioso mercado. Pararán en el Crack de los Caballeros, una ciudadela que domina desde lo alto de una colina y terminarán viendo la imprescindible puesta de sol sobre las ruinas de Palmira. Será un viaje de cuento.