El fin de la TV «de toda la vida»

Era la televisión de siempre, la de toda la vida, la que dejó de funcionar en abril con el llamado apagón analógico. Todos los repetidores se desconectaron de forma paulatina y las ondas quedaron libres para la TDT, la Televisión Digital Terrestre, y para la llegada de nuevos canales que completaron una oferta digital que había comenzado a implantarse diez años antes de manera gradual.

En 2010 los telespectadores han podido acceder a un universo de 30 canales gratuitos de difusión nacional, más las ofertas autonómicas y locales, además de un canal de pago. Es una nueva forma de ver la televisión, que si por un lado ha hecho crecer el consumo de horas de televisión por persona y día de forma constante desde el último verano, ha empezado igualmente cambiar el panorama de las audiencias.

La tarta de la oferta se ha ampliado sobre prácticamente el mismo número de hogares, y los llamados canales generalistas son conscientes de que, de forma progresiva, la audiencia se irá fragmentando y sólo excepcionalmente se conseguirán cifras de cuota de pantalla que hoy son habituales. Sobre todo porque la audiencia también se mide en internet, donde las cadenas han entrado para ofrecer sus contenidos a través de una red donde la TV sólo está empezando.

Es difícil, en la nueva televisión que viene, que el mercado publicitario pueda alimentar a todos los canales, a pesar de que también 2010 ha sido el año en que TVE, con su flamante estatuto, dejó de emitir anuncios. Y ha sido también 2010 el año del mayor reconocimiento para las producciones españolas de ficción, desde «Águila Roja» a «Hispania», él éxito de las series nacionales no ha hecho más que consolidarse. El abanico de fusiones o alianzas entre canales está abierto. Cuatro y Telecinco han sido las primeras en agruparse, en una operación más que polémica desde el punto de vista de la competencia, mientras que Prisa, antes flamante, recurrió al capital extranjero, ha cerrado con el año su canal de noticias CNN+ y sufre el ataque a otra de sus estrellas, la Ser, que ha visto como la mayoría de su equipo de deportes emigraba a los micrófonos de la COPE. 2010 ha sido un año «tecnológico», con la generalización de la alta definición (HD), las nuevas emisiones en 3D, la llegada del iPad y de los primeros televisores con acceso a internet y 3D.