La fiel clase media

Son gentes que a su trabajo acuden, con su dinero pagan y a las que, al final, les debemos casi todo. Familias que trabajan de sol a sol para sostener la economía y el consumo ; para sacar adelante a sus hijos. Que soportan lo insoportable. Me refiero a lo que se conoce como clase media. Los que están aguantando la peor parte de esto que algunos llaman crisis y otros llamamos la gran estafa. La misma clase media de toda la vida, a la que se piden los mayores sacrificios, con el argumento de que es por su propio bien, pero sobre cuyas espaldas recae, como se puede comprobar fácilmente día tras día, el verdadero peso en medio de tanta devastación. Esa misma clase que, al decir de José Jiménez Lozano, « nunca, nunca, ha tenido una perra, pero sí mucha dignidad». Y a la que ahora se menosprecia alegremente y «hasta hace sentir como una mierda». Y, sin embargo, son esas clases medias las únicas con capacidad para sacarnos del agujero en el que estamos. Las únicas que salvarán a España, como ya lo han hecho en otras ocasiones, porque son las más esforzadas. Las que tienen todavía los valores que aportan ilusión, esperanza. Las que le tienen mejor tomado el pulso al vivir, porque saben que la crisis es anterior a la economía. Que es social, porque fallan los valores. Y porque saben, y lo demuestran, que nos debemos unos a otros. Tal vez lo que más ayuda en estos casos.